El déficit exterior por cuenta corriente puede quedar en 2.750 millones de dólares

El déficit por cuenta corriente se estima que al finalizar el año se cifrará en 2.750 millones de dólares, lo que supone una reducción con respecto al año anterior de 1.550 millones, según Información Comercial Española (ICE), órgano de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Comercio.El informe de ICE supone un cálculo plenamente optimista, por cuanto las últimas estimaciones sobre el déficit corriente daban la cifra previsible de 3.000 millones de dólares. En su última intervención pública, el señor Fuentes Quintana apuntó la posibilidad de una reducción de esta cifra, ...

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El déficit por cuenta corriente se estima que al finalizar el año se cifrará en 2.750 millones de dólares, lo que supone una reducción con respecto al año anterior de 1.550 millones, según Información Comercial Española (ICE), órgano de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Comercio.El informe de ICE supone un cálculo plenamente optimista, por cuanto las últimas estimaciones sobre el déficit corriente daban la cifra previsible de 3.000 millones de dólares. En su última intervención pública, el señor Fuentes Quintana apuntó la posibilidad de una reducción de esta cifra, sin atreverse a concretarla.

Esta mejoría del saldo corriente se debe tanto a la balanza comercial, que puede reducir su déficit en unos mil millones de dólares, como a la balanza de servicios, cuyo superávit aumentará en unos 550 millones de dólares. El saldo de transferencias se mantendrá a un nivel muy similar al de los tres últimos años.

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La mejoría no ha sido uniforme a lo largo del año, sino que se produce por entero en el segundo semestre, después, de unos primeros seis meses en los que la fuerte reducción del superávit por invisibles -transferencias, servicios, etcétera- se compensaba con una mejora del saldo comercial para dar un déficit por cuenta corriente prácticamente idéntico al del primer semestre del año anterior.

El cambio de sentido de la balanza de pagos, iniciado al comenzar el segundo semestre, coincide con la normalización política que supusieron las elecciones legislativas y sobre todo con la decisión de devaluar la peseta adoptada el 12 de julio.

«El clima de preocupación y el consenso entre las diversas fuerzas políticas ante los problemas económicos, manifestado, en los pactos de la Moncloa, permitieron acompañar esta devaluación -añade el boletín- de unas medidas de austeridad, sin las cuales sus efectos se habrían visto rápidamente erosionados.

De esta forma, la devaluación largamente demorada por la incapacidad de imponer una política de austeridad en el anterior sistema, invirtió el proceso especulativo propiciado por, un tipo de cambio claramente sobrevaluado poco después de la devaluación, de efímeros efectos de febrero de 1976.

El precio del petróleo

Como dato complementario y optimista de cara al futuro hay que, destacar los efectos de la congelación del precio del petróleo a lo largo del primer trimestre del próximo año. Esta decisión de los países de la OPEP supone evitar una importante sangría de divisas por esta vía. Para España, cada punto de elevación en el precio del crudo supone un coste adicional de cincuenta millones de dólares.

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