El conjunto de viento de la Orquesta Inglesa de Cámara

Dentro del ciclo de grandes intérpretes, promovido por Ibermúsica, actuó, en el teatro de la Zarzuela, el Conjunto de viento de la célebre English Chamber Orchestra, de Londres, formado por el flauta Benett, los óboes Black y Brow, los clarinetes King y Harris, los fagotes Sheen y Cuthill y los trompas Halstead y Rutherford.Fue lástima que, para Madrid, pensasen en un programa tan convencional y renunciando a obras de mayor exigencia existentes en el repertorio -como lo demuestra el puntual y compendioso panorama de Pérez de Arteaga, incluido en el programa de mano- nos regalaran...

Dentro del ciclo de grandes intérpretes, promovido por Ibermúsica, actuó, en el teatro de la Zarzuela, el Conjunto de viento de la célebre English Chamber Orchestra, de Londres, formado por el flauta Benett, los óboes Black y Brow, los clarinetes King y Harris, los fagotes Sheen y Cuthill y los trompas Halstead y Rutherford.Fue lástima que, para Madrid, pensasen en un programa tan convencional y renunciando a obras de mayor exigencia existentes en el repertorio -como lo demuestra el puntual y compendioso panorama de Pérez de Arteaga, incluido en el programa de mano- nos regalaran con banalidades, tal como la Sinfonía en un movimiento, de Donizetti; la Serenata, de Sayber, y la Polonesa, de Krommer. Ni siquiera lo inhabitual de estas rarezas nos compensa de su escaso valor artístico, aunque estuvieran -eso sí- defendidas por los músicos ingleses de manera prodigiosa.

Con todo y con ser superficial, la Pequeña sinfonía, de Gounod, es otra cosa. Bastaría la perfección de escritura, lo que Marías denomina en literatura calidad de página, para aceptar un mensaje pleno de gracia, aunque intrascendente. El viejo Gounod creó esta obra de espíritu juvenil sin otro móvil -pienso- que el puro divertimento.