Cartas al director

Burocracia en Majadahonda

En el 1968 compré una vivienda en el piso superior de una de las casas de dos alturas que formaba parte de un grupo de viviendas construidas en. terrenos del entonces alcalde, Arturo Sanz Millán y que él mismo vendió a los actuales propietarios en la calle de San Pablo, en Majadahonda.Aquel mismo año, en la parte baja de la casa, se instaló un bar que desde entonces no ha dejado de molestar a toda la familia que habitamos en la parte superior.

Con fecha del 27-10-75 el Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid realizó un informe en el que demostraba que los niveles sonoros emitidos e...

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En el 1968 compré una vivienda en el piso superior de una de las casas de dos alturas que formaba parte de un grupo de viviendas construidas en. terrenos del entonces alcalde, Arturo Sanz Millán y que él mismo vendió a los actuales propietarios en la calle de San Pablo, en Majadahonda.Aquel mismo año, en la parte baja de la casa, se instaló un bar que desde entonces no ha dejado de molestar a toda la familia que habitamos en la parte superior.

Con fecha del 27-10-75 el Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid realizó un informe en el que demostraba que los niveles sonoros emitidos en el bar eran superiores a los admitidos por la ley. Visto este informe por el Ayuntamiento, éste sólo ordenó poner tacos en las sillas del bar y cambiar el televisor de lugar, lógicamente, los niveles sonoros no bajaron apenas, por lo que volví a mandar varios escritos al Ayuntamiento,en los que solicitaba que se realizase una verdadera obra de insonorización.

El mismo propietario del bar pegó una plancha de corcho en el techo del local, pero esta obra no fue inspeccionada por ningún funcionario del Ayuntamiento.

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Pero, lo que verdaderamente viene a demostrar la mala gestión del Ayuntamiento. es la carta que recibo en enero de este año, en la que se notifica que el propietario, ha solicitado licencia para la instalación del bar (después de ocho años) y se me dice si tengo que formular algún reparo y oposición a la concesión de esta licencia. Inmediatamente mando un escrito al Ayuntamiento en el que alegando todas las razones que exponía en todos los escritos anteriores, me opongo rotundamente a la concesión de la licencia.

Sin embargo, no se me da ningún tipo de respuesta a este escrito y con fecha del 13-6-77 me entero, después de solicitarlo con un nuevo escrito, que la licencia ya ha sido concedida.

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