El Reino Unido debate su presupuesto de "recuperación"

El ministro de Hacienda británico, Denis Healey, presenta hoy en el Parlamento el presupuesto que aquí se ha llamado de recuperación económica. Incluirá medidas reactivadoras con las que se intenta disminuir el nivel de desempleo. En Gran Bretaña hay cerca de 1.600.000 desempleados, el 6 % de la población trabajadora. Ayer se publicaron cifras que indican que el Gobierno va ganando la batalla en este frente. La intervención de Healey también ha sido calificada como una maniobra preelectoral laborista, cuya Administración ha sido responsable de una política salarial restrictiva, que la h...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El ministro de Hacienda británico, Denis Healey, presenta hoy en el Parlamento el presupuesto que aquí se ha llamado de recuperación económica. Incluirá medidas reactivadoras con las que se intenta disminuir el nivel de desempleo. En Gran Bretaña hay cerca de 1.600.000 desempleados, el 6 % de la población trabajadora. Ayer se publicaron cifras que indican que el Gobierno va ganando la batalla en este frente. La intervención de Healey también ha sido calificada como una maniobra preelectoral laborista, cuya Administración ha sido responsable de una política salarial restrictiva, que la ha enfrentado con varios sectores de la población. Para suavizar el mal sabor que ha producido la estrategia seguida por el Gobierno en ese terreno en los últimos dos años, Healey anunciará recortes en los niveles de la imposición directa.A pesar de ambas calificaciones, el presupuesto de hoy no se presenta ni como una ratificación de que Gran Bretaña ya se halla económicamente recuperada, ni como un golpe de efecto laborista ante unas presuntas elecciones generales.

Lo que va a hacer Denis Healey es intentar calmar la oposición que presentan los sindicatos a cualquier sugerencia de poner límites estrictos a los aumentos salariales.

Aunque oficialmente ha terminado la cláusula del pacto social, que obligaba a los trabajadores a conformarse con aumentos inferiores al 5 % de sus salarios, el Gobierno pretende lograr un compromiso que sitúe las reclamaciones de subidas de sueldos en un techo del 10%.

La Administración laborista es tan insistente porque los indicadores económicos siguen presentando déficit con respecto a los propósitos señalados cuando se firmó el pacto social con los sindicatos, en 1975. Aparte del desempleo, que afecta sobre todo a la industria de la construcción, este país padece un índice de inflación superior al 15,%.

Archivado En