Importante reunión Gobierno-parlamentarios sobre el régimen preautonómico vasco

Las negociaciones para el régimen preautonómico de Euskadi pueden entrar hoy en su recta final, con un acuerdo de principio entre el ministro Clavero Arévalo y los negociadores vascos, para superar el contencioso de Navarra mediante una fórmula de compromiso que parece aceptable para ambas partes.

Por culpa de esta situación se habían estancado peligrosamente hasta ahora las conversaciones. Mientras la UCD y, por tanto, el Gobierno se negaban a una inclusión de Navarra, los partidos mayoritarios (PNV y PSOE) entendían que no valía la pena negociar otras cuestiones si al menos no quedaba...

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Las negociaciones para el régimen preautonómico de Euskadi pueden entrar hoy en su recta final, con un acuerdo de principio entre el ministro Clavero Arévalo y los negociadores vascos, para superar el contencioso de Navarra mediante una fórmula de compromiso que parece aceptable para ambas partes.

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Por culpa de esta situación se habían estancado peligrosamente hasta ahora las conversaciones. Mientras la UCD y, por tanto, el Gobierno se negaban a una inclusión de Navarra, los partidos mayoritarios (PNV y PSOE) entendían que no valía la pena negociar otras cuestiones si al menos no quedaba la puerta abierta a una futura integración de los navarros.El acuerdo final se alcanzará con toda probabilidad sobre un texto en el que se reconozca a los, cuatro territorios históricos vascos la posibilidad de incorporarse al Consejo Confederal -equivalente a la Generalitat catalana-, siempre que asi lo decidan sus representantes. Esta incorporación podrá efectuarse en una doble fase: en una primera, por decisión de los respectivos parlamentarios, y en una segunda, por acuerdo mayoritario de los organismos provinciales que se elijan en las municipales.

A la vista de esta fórmula queda claro que en uña primera etapa el Consejo Confederal tendrá que constituirse con representaciones de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya, cuyos parlamentarios están netamente a favor del régimen preautonómico. En el caso de Navarra no es necesario señalar que los seis parlamentarios de UCD se opondrán a ello, por lo que el tema quedará en suspenso hasta que se pronuncie el Consejo Foral resultante de las próximas elecciones municipales. Está demostrado que la batalla de las municipales se decidirá en Navarra en torno a la autonomía y más concretamente en torno a su incorporación o no a Euskadi.

Otra evidencia de estas negociaciones es que en una primera fase los vascos habrán de conformarse con el establecimiento de un Consejo Confederal en el que cada territorio histórico dispondrá de cinco miembros de acuerdo con los resultados del 15 de junio, con derecho de veto sobre las decisiones que les afecten. En una segunda fase, después de las municipales, las Juntas Generales o en su caso el Consejo Foral de Navarra designarán otros cinco representantes.

A diferencia de lo ocurrido con la preautonomía catalana, en la que se restablecia la Generalitat sin fijar previamente sus competencias, los vascos quieren delimitar al menos en líneas generales cuáles van a ser las atribuciones de esta institución de nuevo cuño.

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Estos niveles de negociación son los que con toda probabilidad se superarán en la quinta ronda de negociaciones que tendrá lugar hoy. Quedan todavía por delante cuestiones de más fácil acuerdo.

Queda, entre otros, un punto polémico referente a la restauración de los conciertos económicos en Vizcaya, y Guipúzcoa, tema que probablemente tendrá que esperar también a que se definan en la Constitución los ámbitos de las autonomías.

Si estas previsiones se cumplen, la recuperación del autogobierno por parte de los vascos, aunque sea en proporciones mínimas, habrá empezado justamente 138 años después de que se iniciase desde Madrid el recorte de sus fueros mediante la ley de 25 de octubre de 1839, dictada al amparo de la victoria militar de las tropas liberales sobre las carlistas.

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