Yugoslavia desea facilidades de la CEE para sus productos

Desde ayer, el mariscal Tito, presidente de Yugoslavia, descansa en el suroeste de Francia. El lunes viajará a Lisboa y posteriormente a Argel. Los tres días de conversaciones franco-yugoslavas terminaron con la publicación de un comunicado común en el que se resalta la independencia de Yugoslavia, y su deseo de intensificar sus relaciones con la CEE.«Este viaje ha constituido una ocasión para que Francia manifieste la gran importancia que concede a la existencia de una Yugoslavia poderosa e independiente", declaró el presidente de la República francesa, Valery Giscard d'Estaing, ante su huésp...

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Desde ayer, el mariscal Tito, presidente de Yugoslavia, descansa en el suroeste de Francia. El lunes viajará a Lisboa y posteriormente a Argel. Los tres días de conversaciones franco-yugoslavas terminaron con la publicación de un comunicado común en el que se resalta la independencia de Yugoslavia, y su deseo de intensificar sus relaciones con la CEE.«Este viaje ha constituido una ocasión para que Francia manifieste la gran importancia que concede a la existencia de una Yugoslavia poderosa e independiente", declaró el presidente de la República francesa, Valery Giscard d'Estaing, ante su huésped, en la rueda de prensa que ofrecieron ambos ayer, al terminar su último mano a mano. Tal era, desde el punto de vista francés, el punto de mayor interés de la visita de Tito.

Los dos estadistas analizar en la situación mundial, en particular la del Oriente Medio, la de Africa y las relaciones Moscú-Pekín. El mariscal Tito se mostró preocupado por la indecisión que caracteriza el problema del Oriente Medio. Sobre esta cuestión y sobre la africana, «ambos países mantenemos posiciones muy cercanas», añadió Tito, que hace algunas semanas viajó, a Pekín y a Moscú, e informó a su colega francés sobre sus conversaciones con los responsables de ambos países. El mariscal negó haberse ofrecido como mediador entre las dos capitales del comunismo mundial; en su opinión, el conflicto chino-soviético continúa siendo muy grave y, a medio plazo, no parece previsible ningúna mejora. En cuanto a Pekín, en estos momentos, el presidente yugoslavo explicó que se gesta una acusada transformación política.

En el plano de las relaciones bilaterales, ambos jefes de Estado se felicitaron por su desarrollo; los intercambio franco-yugoslavos han aumentado un 50% en menos de un año. Tito desearía que el Mercado Común facilitara la entrada de sus productos en su área y, en tal sentido, solicitó la ayuda francesa.

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