Cartas al director

Carta abierta a un joven artísta español

Recibí tu carta. Conozco, a través de ella, las dificultades que abruman tu camino al inicio de tu vida artística y, al mismo tiempo, el deseo de continuar el trabajo, con la esperanza de un mejor futuro. Tales condiciones y tu forma de pensar reflejan indudablemente la situación de la nueva generación de intelectuales en nuestro país. Rebeldes en espíritu y fieles a los ideales de aquellos hombres que se levantaron en armas por la República desde 1936 a 1939.Para ti, joven pintor, como para los escritores y músicos de la España de Franco, las dificultades materiales y la ausencia de libertad ...

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Recibí tu carta. Conozco, a través de ella, las dificultades que abruman tu camino al inicio de tu vida artística y, al mismo tiempo, el deseo de continuar el trabajo, con la esperanza de un mejor futuro. Tales condiciones y tu forma de pensar reflejan indudablemente la situación de la nueva generación de intelectuales en nuestro país. Rebeldes en espíritu y fieles a los ideales de aquellos hombres que se levantaron en armas por la República desde 1936 a 1939.Para ti, joven pintor, como para los escritores y músicos de la España de Franco, las dificultades materiales y la ausencia de libertad para expresar todo aquello que la viva realidad de nuestro pueblo sugiere, son también obstáculos para vuestro trabajo de creación artística.

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Sin embargo, no importa cuán grandes sean dichos obstáculos; no pueden interrumpir nuestro trabajo. España necesita de nuestra voz: para denunciar la miseria y corrupción del régimen, para penetrar en el corazón de la gente expresando sus sentimientos, incitarlos a luchar y celebrar su heroísmo.

Los problemas que se presentan ante los jóvenes intelectuales son también familiares al joven obrero que muere de hambre sin poder encontrar trabajo y al joven campesino que trabaja del alba al anochecer por un miserable pedazo de pan.

El obstáculo que paraliza tanta energía posee un nombre concreto: Franco. Para poner fin a toda esa miseria es necesario poner fin al presente Gobierno. Este régimen no puede salvarse, ni siquiera con ayuda de Norteamérica. Nuestro pueblo saldrá victorioso. Somos millones de hombres y mujeres quienes defendemos la causa de la paz en el mundo. La paloma, incluso hoy, es más fuerte que el halcón de la guerra.

Tu lugar, joven pintor, está junto al pueblo que defiende la libertad, y, al mismo tiempo, el patrimonio artístico y cultural de España. No hay causa que pueda ser más noble para la nueva generación intelectual que la de contribuir a salvar España del fascismo y la guerra.

Pablo Picasso. Mayo 1952

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