Al jefe del Gobierno le esperan negociaciones duras en París

Esta noche llegará a París el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y en menos de veinticuatro horas se entrevistará con el presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, y con el primer ministro, Raymond Barre. La intensa y compleja actividad política francesa, que actualmente se desarrolla aquí ante los próximos comicios legislativos, la influencia que ejercerán los resultados de esas elecciones en los países mediterráneos, el asunto Apala, los problemas regionales y la agresiva competencia franco-española en materia agrícola son las principales cuestiones que otorgarán una d...

Esta noche llegará a París el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y en menos de veinticuatro horas se entrevistará con el presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, y con el primer ministro, Raymond Barre. La intensa y compleja actividad política francesa, que actualmente se desarrolla aquí ante los próximos comicios legislativos, la influencia que ejercerán los resultados de esas elecciones en los países mediterráneos, el asunto Apala, los problemas regionales y la agresiva competencia franco-española en materia agrícola son las principales cuestiones que otorgarán una dimensión especial a esta tercera etapa del viaje del presidente Suárez, oficialmente destinada a impulsar la entrada de España en el Mercado Común.La prensa francesa ha venido anunciando durante los últimos días la llegada del señor Suárez «para luchar por la entrada de su país en la Comunidad Económica Europea» (CEE). Cada cual conviene en algo que todos saben: que el dossier agrícola dará lugar a conversaciones ásperas. Francia, como se ha repetido mil veces, es el hueso duro de los nueve, porque sus agricultores estiman que la entrada de España en la CEE equivaldría a «un entierro de primera clase de nuestros productos».

El contexto preelectoral en el que se sitúan estas conversaciones tampoco favorecerá el diálogo, puesto que la adhesión española al Mercado Común ya ha provocado un no rotundo de todas las organizaciones políticas y sindicales.

No se sabe aún nada sobre los temas que van a ser objeto de discusión entre el señor Suárez y los dirigentes galos. El primer ministro, señor Barre, se negó a toda declaración «antes de la visita».