Manifestaciones antinucleares y anticentralistas en Francia

La batalla ecológica del verano presente terminará, en Francia, este fin de semana con dos reuniones que los «amigos de la tierra». más que nunca, desean no violentas y que las autoridades también parecen dispuestas a respetar, dísimu¡ando al máximo el servicio de orden: En Flamanvílle varios millares de personas se manifestaron contra la construcción.de una central nuclear y en el campo militar de Larzac. Los ecologistas y los habítantes de la región protestarán contra la ampliación de las instalaciones militares. Por otra parte, el Gobierno debe hacer frente a otra reunión autonomista en Cór...

La batalla ecológica del verano presente terminará, en Francia, este fin de semana con dos reuniones que los «amigos de la tierra». más que nunca, desean no violentas y que las autoridades también parecen dispuestas a respetar, dísimu¡ando al máximo el servicio de orden: En Flamanvílle varios millares de personas se manifestaron contra la construcción.de una central nuclear y en el campo militar de Larzac. Los ecologistas y los habítantes de la región protestarán contra la ampliación de las instalaciones militares. Por otra parte, el Gobierno debe hacer frente a otra reunión autonomista en Córcega, atizada ya la víspera por un atentado de los nacionalistas contra la televisión de la isla.Larzac, Córcega, Flamanville. Aunque por motivos diferentes estos tres nombres se han asociado durante el fin de semana para ocupar la actualidad francesa. « Las tres manifestaciones se inspiran en la misma corriente hostil al centralismo y a la tecnocracia», comentaba ayer el editorialista del diario independiente, Le Quotidien de París para resumir que la referida corriente de hostilidad constituye un nuevo «desarlo al Estado».

Otros observadores, al analizar el verano de luchas contra «la tecnocracia que impone el átomo sin informar al pueblo y sin consultarlo, y contra el Estado jacobino que rechaza la descentralización». se preguntaban si las dos Francias políticas (derechas e izquierdas) no están convirtiéndose en tres. El mensaje, que solicita « una sociedad más próxima al hombre y a sus aspiraciones, y un poder más humano y más comprensivo», les parece evidente a no pocos.

El Gobierno, sin embargo, no se manifiesta dispuesto a ceder, apoyado en cierta medida por la ambigüedad de los partidos de izquierdas frente a los problemas ecológicos y de descentralización. La derecha y la izquierda tradicionales dan la impresión de apoyarse en el mismo argumento. La tercera Francia, la de la contestación, en la práctica, continúa siendo únicamente un asunto de militantes écologistas y de extrema izquierda.

Persiste el miedo

La central nuclear que va a construirse en Flamanville en la región francesa de La Mancha, cuando se haya terminado será una de las más grandes del mundo. Después de la tragedia de Malville el miedo preside las manifestaciones ecológicas en Flamanville. Para este domingo, se ha programado una fiesta antinuclear a distancia del paraje que ubicará la central.

Entre los manifestantes del Larzac algunos ya tienen el marchamo de antiguos combatientes desde hace siete años. Larzac es la última etapa de las manifestaciones veraniegas en favor del medio ambiente. La batalla fue desencadenada cuando el ejército decidió ampliar la superficie crel campo militar, de 3.000 a 16.000 hectáreas. Ciento tres labradores que debían ser expropiados lanzaron un grito de alarma que, después, se ha convertido en la bandera francesa de los amigos de la tierra. Los militares han conseguido ocupar algunas parcelas de terreno.