Crece la resistencia en Alemania al ingreso de España en la CEE

Crece la resistencia de ciertos organismos alemanes al ingreso de España, Portugal y Grecia en la CEE en las actuales condiciones. Como paso previo, antes de que comiencen las negociaciones formales con los tres candidatos, el presidente de la Comisión Parlamentaria para Cuestiones de Alimentación, Martin Schmidt, socialdemócrata, ha pedido que se convoque una nueva conferencia en la que, con la presencia o ausencia de los tres países aspirantes a la integración, se fije un nuevo orden comercial para los productos del campo.

En el mismo sentido se ha expresado la Cámara Agraria Alemana,...

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Crece la resistencia de ciertos organismos alemanes al ingreso de España, Portugal y Grecia en la CEE en las actuales condiciones. Como paso previo, antes de que comiencen las negociaciones formales con los tres candidatos, el presidente de la Comisión Parlamentaria para Cuestiones de Alimentación, Martin Schmidt, socialdemócrata, ha pedido que se convoque una nueva conferencia en la que, con la presencia o ausencia de los tres países aspirantes a la integración, se fije un nuevo orden comercial para los productos del campo.

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En el mismo sentido se ha expresado la Cámara Agraria Alemana, cuyo presidente ha declarado que los agricultores alemanes no están en condiciones de soportar la competencia de unos excedentes como los que proyectarían sobre Alemania los tres países citados. El primer paso para evitarlo sería, al entender de la Cámara, un cambio profundo en las políticas agrícolas de Italia y Francia. El ingreso de Madrid, Atenas y Lisboa quedaría en consecuencia vinculado al «sacrificio» de Roma y París, a los que se exige una intervención más decidida para el mantenimiento de los precios a un nivel competitivo en el país.En cuanto a los tres países aspirantes, la Cámara es partidaria de que se impongan cupos de exportación, lo cual sería una medida discriminatoria más. Sin embargo, la solución no parece, muy segura, a juzgar por la experiencia que ahora se lleva a cabo en los mercados alemanes.

Tras una prolongada ausencia, las amas de casa pueden adquirir de nuevo albaricoques griegos después de un reajuste de precio del mismo producto procedente de Italia. A pesar de los estímulos en favor de esta fruta italiana, de la que el mercado alemán consume 100.000 toneladas, el consumidor prefiere la calidad de la variedad griega, que se ofrece a un precio similar. El Allgemeine Zeitung, liberal, comenta a este respecto: «Es posible que los griegos tengan que tirar a la basura toneladas de fruta, pero al menos esta destrucción no se realiza, por ahora, a costa del fondo agrario de la CEE ni del consumidor alemán.» Todo sea, al fin de cuentas, para que los grandes países industriales, entre ellos Alemania. puedan vender cómodamente sus propios albaricoques.

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