Moscú teme que la Europa oriental se contagie del eurocomunismo

La ausencia de una representación del Partido Comunista español (PCE), en la reunión del pasado miércoles en Praga de los comunistas europeos, se ha valorado en esta capital como el primer signo de la gravedad que reviste la querella desencadenada días pasados por Moscú contra el eurocomunismo. Para los ideólogos soviéticos, «el eurocomunismo se revela más peligroso que el maoísmo», debido a la influencia que puede ejercer en los países del Este europeo.

Salvo la República Democráti ca Alemana y Checoslovaquia los demás países de Europa del Este se mantienen expectantes. Un dirigente de...

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La ausencia de una representación del Partido Comunista español (PCE), en la reunión del pasado miércoles en Praga de los comunistas europeos, se ha valorado en esta capital como el primer signo de la gravedad que reviste la querella desencadenada días pasados por Moscú contra el eurocomunismo. Para los ideólogos soviéticos, «el eurocomunismo se revela más peligroso que el maoísmo», debido a la influencia que puede ejercer en los países del Este europeo.

Salvo la República Democráti ca Alemana y Checoslovaquia los demás países de Europa del Este se mantienen expectantes. Un dirigente del PCF intervino ayer en la polémica para definir el eurocomunismo como «una realidad objetiva y un hecho nuevo».La reunión «científica y teórica» que acaba de celebrar se en Praga fue organizada por la revista Problemas de la Paz y del Socialismo, para conmemorar el sesenta aniversario de la revolución de octubre. Los partidos italiano y francés estaban representados, pero el español no aceptó la invitación. La misma revista; que está totalmente en manos de comunista dogmáticos, ya había organizado una reunión ideológica el pasado mes de abril. La de ahora, en opinión de los observadores especializados, ha servido al señor Boris Ponomarev, responsable de las relaciones internacionales del Partido Comunista soviético, para «instruir» el proceso contra el eurocomunismo, después del ataque de la revista Tiempos Nuevos contra el líder del PCE Santiago Carrillo.

Los soviéticos, en opinión de todos los comentarios que con tinúa provocando esta cuestión temen que las consecuencias de la afirmación del eurocomunis mo sean mucho más serias que las originadas por el cisma chino.

Ayer, el diario independiente Le Monde abundaba en este sentido e iba más lejos aún: «Cada día es mayor el número de los partidos comunistas que buscan vías específicas hacia el socialismo, pero no sólo debido a las condiciones históricas, políticas y económicas diferentes; esta búsqueda es también el resultado de que las sociedades que existen en Europa del Este se han puesto en entredicho. »

Para este mismo diario, «aquí radica el desafío del eurocomunismo y del señor Carrillo, que se,ha atrevido a decir en voz alta lo que otros piensan en voz baja».

Tras el silencio, después de la declaración del secretario general del PCF, Georges Marchais, ayer, un miembro del comité central del partido, Jacques Denis, se extendió ampliamente sobre la polémica en curso, reafirmando la indisolubilidad del socialismo y la democracia, advirtiendo que «no se trata de crear un nuevo centro del comunismo, ni de definirnos con relación a otros partidos comunistas» y concluyó: «Por lo que nos concierne, pensamos que, en vez de declararle la guerra a una palabra (eurocomunismo), más valdría aprovechar las condiciones nuevas y tener en cuenta las necesidades nuevas de nuestra lucha».

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