El Senado italiano bloquea la ley de liberalización del aborto
La ley sobre la liberalización del aborto ha sido bloqueada ayer tarde por el Senado italiano. Los senadores votantes eran 310; de ellos, 156 votaron a favor de la propuesta democristiana de no pasar a la discusión de los artículos, por estar el proyecto en evidente contradicción con la Constitución y el derecho civil (derecho de familia y hereditario), y 154 votaron en contra.La votación tendrá graves repercusiones en las conversaciones que actualmente celebran los partidos políticos que sostienen con su abstención al Gobierno Andreotti, y ya se prevé por los comentarios recogidos anoche que ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La ley sobre la liberalización del aborto ha sido bloqueada ayer tarde por el Senado italiano. Los senadores votantes eran 310; de ellos, 156 votaron a favor de la propuesta democristiana de no pasar a la discusión de los artículos, por estar el proyecto en evidente contradicción con la Constitución y el derecho civil (derecho de familia y hereditario), y 154 votaron en contra.La votación tendrá graves repercusiones en las conversaciones que actualmente celebran los partidos políticos que sostienen con su abstención al Gobierno Andreotti, y ya se prevé por los comentarios recogidos anoche que se van a vivir días de tensión política.
Según el presidente liberal, Aldo Bozzi, que formó parte del comité de los 75 que elaboraron la Constitución italiana, la ley sobre el aborto queda virtualmente archivada. Al no haber sido aprobada por el Senado, según el reglamento tendrá que pasar seis meses antes de que la Cámara Alta vuelva a ocuparse de otro nuevo proyecto.
En el frente de la izquierda, o partidarios del aborto, los comentarios son más alarmistas. Para los socialistas se trata de «un hecho muy grave que dificulta una solución política de los problemas del país». La secretaría del Partido Socialista Italiano examinará hoy las consecuencias políticas del voto del Senado.
«Es un voto contra las mujeres y a favor del aborto Clandestino y las corporaciones médicas que viven de él», declaró el demoproletario Máximo Gorla. Para la líder radical Emma Bonino, «el voto del Senado es el resultado del oportunismo y del maximalismo de la real politik de los llamados laicos, guiados por el responsable y serio Partido Comunista Italiano». Para el Partido de Unidad Proletaria, la Democracia Cristiana va evidentemente a un choque frontal con la izquierda laica.
Los radicales atribuyen también la culpa de lo ocurrido al'«partido berlingueriano», que ha conducido la batalla sin profundas convicciones laicas y sin voluntad política.
Los republicanos, en un comunicado a los demás grupos parlamentarlos, se han limitado a proponer la presentación de un nuevo proyecto de ley en la Cámara.
Los democristianos atribuyen por lo pronto, su victoria a las mismas dudas que habían surgido en el frente favorable al aborto. Los comunistas, a todo esto, se han limitado a unas declaraciones de senador Julio, según el cual un voto de tal gravedad no podrá dejar de tener consecuencias en el «cuadro» político.