Crítica de exposiciones

También esta semana

Hay retrospectivas que merecen la pena. De algunas hemos hablado; de otras, aún no. Citemos a Alberto Burri, en el palacio de Velázquez, del Retiro; a Luis Gordillo, en las salas de la Dirección General; a Manolo, en la galería Biosca; a Eduardo Chillida, con su obra gráfica, en la galería Iolas-Velasco; a José Caballero, con su obra sobre papel, en la galería Multitud; al aragonés y participante en Pórtico, Juan José Vera, en la galería Ovidio; a Oscar Domínguez, en la sala Monzón; a Vázquez Díaz (dibujos), en la galería Frontera.Mencion...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Hay retrospectivas que merecen la pena. De algunas hemos hablado; de otras, aún no. Citemos a Alberto Burri, en el palacio de Velázquez, del Retiro; a Luis Gordillo, en las salas de la Dirección General; a Manolo, en la galería Biosca; a Eduardo Chillida, con su obra gráfica, en la galería Iolas-Velasco; a José Caballero, con su obra sobre papel, en la galería Multitud; al aragonés y participante en Pórtico, Juan José Vera, en la galería Ovidio; a Oscar Domínguez, en la sala Monzón; a Vázquez Díaz (dibujos), en la galería Frontera.Mencionemos, entre otras muestras de interés, la que alberga la Fundación Juan March, sobre Arte de Nueva Guinea y Papúa. Se habla siempre de las expediciones de Eudald Serra y de Albert Folch a aquellos territorios, pero desde la muestra de sus colecciones en 1966 en el Ateneo el público madrileño no había podido ver hasta qué punto se han ido ampliando. Otra muestra importante, en un orden de cosas bien distinto, es En la pintura, en el palacio de Cristal, del Retiro, y dedicada a la nueva abstracción.

Más información

De las exposiciones individuales, aparte de las comentadas hoy en estas páginas, cabe distinguir entre las de artistas jóvenes como Pancho Ortuño (galería Juana Mordó ) o Santiago Serrano (galería Aele) y las más clásicas de María Girona (Altex), Sarah Grilo (galería Durbán), Sempere (galería Rayuela), Alfonso Fraile (Theo y Cellini). Por otro lado, exposiciones que relevan más bien de la Ortega Muñoz, estancado donde siempre, en la recién abierta galería Felipe Santullano; la muy trasnochadamente moderna, a juzgar por el catálogo, de Ricardo Cristóbal y su poesía experimental, en el Studio Levi.

Exposiciones aún no inauguradas, pero de las que algo se puede esperar, son la de André Masson, en la galería Nonell (aunque el refrito de Dalí que nos sirvió en tiempos no augura nada bueno); la de dibujos del citado Oscar Domínguez, en la galería Ponce, y la de Gonzalo Tena, en la galería Buades. En Buades se celebraron los actos de cuatro años como espacio de expresión. Se presentaron múltiples de Nacho Criado y Adolf Schlosser, y el martes hubo un coloquio, coordinado por Francisco Rivas, sobre la ley de Peligrosidad Social.

La Bienal de París contará este año, en su décima edición, con tres representantes de nuestro país, los tres catalanes: Ferrán García Sevilla, Jordi Pablo Grau y Josefina Miralles.

En Valencia, y en la galería Punto, retrospectiva de Josep Renau. Cartelista, autor de los famosos fotornontajes sobre los doce puntos de Negrín, teórico (Función social del cartel), director general de Bellas Artes durante la guerra, actualmente miembro del Comité Central del PCE y residente en la República Democrática Alemana, Renau constituye el acontecimiento de la temporada valenciana. Se anuncia, en la misma galería y antes de verano, otra retrospectiva en la misma línea: la de Artur Ballester Marco, que empezó haciendo portadas modernistas para la Editorial Prometeo y diseñó carteles de guerra de la CNT, como el del marino.

En Vitoria está próxima a inaugurarse, en el museo, una retrospectiva de José Guerrero.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En