"La Creación", de Haydn
Teatro Real.Orquesta y Coros Nacionales. Director: F de Burgos. Solistas: Gómez, Mariátegui_y Ramey. 22 23 y 24 de abril.
Diferida la audición de Atlántida -el misterioso continente cuya emergencia musical parece tan difícil-, la temporada regular de la ONE puede considerarse clausurada con La Creación, de Haydn. Rafael Frühbeck de Burgos se ha apuntado en esta obra uno de los mejores triunfos de su carrera, pues supo dominar la partitura en todos sus detalles (para empezar la llevó de memo ria) y penetrar en los variados se cretos de unos pentagramas tan...
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Teatro Real.Orquesta y Coros Nacionales. Director: F de Burgos. Solistas: Gómez, Mariátegui_y Ramey. 22 23 y 24 de abril.
Diferida la audición de Atlántida -el misterioso continente cuya emergencia musical parece tan difícil-, la temporada regular de la ONE puede considerarse clausurada con La Creación, de Haydn. Rafael Frühbeck de Burgos se ha apuntado en esta obra uno de los mejores triunfos de su carrera, pues supo dominar la partitura en todos sus detalles (para empezar la llevó de memo ria) y penetrar en los variados se cretos de unos pentagramas tan ricos como significativos.
La invención de Haydn. discurre por las más. diversas vías y tanto nos sorprende La Creación, con premoniciones brahmsianas o wagnerianas, como nos avisa sobre vecindades haendelianas. La plástica de una orquesta seguidora del texto hasta la minucia de alusiones subrayadoras de un concepto o un término, se imposta en un soberbio orden de continuidad dramática.
Con una soprano enormemente atractiva -por estilo, timbre y algo personal, Jill Gómez,-; un tenor de medianas posibilidades, pero capaz de seguir una buena línea musical -el canario Suso Mariátegui- y un bajo de primer orden, en todos los aspectos, como es Samuel Ramey, dotado de una voz extensa, bien coloreada, igual, Frühbeck desenvolvió su versión, plena de bellos detalles, matizada en las dinámicas y, como es habitual en él, excelentemente construida. Coro y Orquesta Nacionales aportaron calidades tan altas como corresponde a su propia categoría, y Francisco Corostola, desde el clave, fue colaborador ideal. Triunfo grande recogido por Frühbeck, Lola R. de Aragón, solistas y conjuntos a través de múltiples salidas a escena.