" Winstanley"

El relato y estudio de las frustradas comunas campesinas a través de los siglos ha ocupado ampliamente la historia del nacimiento de diversas nacionalidades, incluida la nuestra. Aunque no tan universales, sí se conocen en nuestra Península movimientos tales, relativamente recientes en el norte de León.

Las comunas a que este filme se refiere nacieron y murieron en Inglaterra, en Surrey. Su creador y principal defensor fue Winstanley, muchos de cuyos hombres habían luchado contra el poder real a las órdenes de Cronwell.Acosados por el hambre y las enfermedades, en una tierra de gran...

El relato y estudio de las frustradas comunas campesinas a través de los siglos ha ocupado ampliamente la historia del nacimiento de diversas nacionalidades, incluida la nuestra. Aunque no tan universales, sí se conocen en nuestra Península movimientos tales, relativamente recientes en el norte de León.

Las comunas a que este filme se refiere nacieron y murieron en Inglaterra, en Surrey. Su creador y principal defensor fue Winstanley, muchos de cuyos hombres habían luchado contra el poder real a las órdenes de Cronwell.Acosados por el hambre y las enfermedades, en una tierra de grandes latifundios, este puñado de familias atraídas por la doctrina &e su padre y jefe espiritual, mezcla de comunismo agrario y credo mesiánico, con una mano sobre sus escritos y la otra sobre la Biblia, mantuvieron pacíficamente en jaque a la burguesía vecina hasta ser aniquilados por los mismos soldados enviados para protegerlos.

Realizado sobre la novela de David Caute y los escritos del propio protagonista, este relato es una crónica fiel de tal movimiento, donde la plástica, la música, los encuadres, el montaje y los diálogos traen a la memoria, las mejores obras del género.

Una ambientación prodigiosa da a la historia cierto aire documental en el que rostros, paisajes e interiores componen un mosaico en ocasiones íntimo y sobrio, con sus juegos de luces y sombras, y a ratos heroico como era la batalla que inicia el prólogo, donde el montaje de planos cortos, acompañado por la banda musical consigue efectos épicos de belleza sorprendente.

Muy bien interpretada por Miles HalliweIl, Jerome Willis y Terry Higgins, las ideas y conceptos sobre la propiedad, las luchas entre el pueblo y la burguesía y el sentido de los problemas sociales en las comunidades rurales, suenan muy actuales, tal como se adivina han pretendido sus realizadores Kevin Brownlow y Andrew Mollo. La fotografía en blanco y negro resulta fundamental en este relato que, quizá por ceñirse demasiado a la verdad histórica, se demora en ocasiones, pero que nada tiene que ver con los servicios habitualmente en los actuales filmes-espectáculo donde, al amparo de un buen gusto pretendido, nunca se va más allá del mero entretenimiento.

"Corazón de cristal"

El principal reclamo de esta película alemana consiste en el hecho de haber sido rodada con actores hipnotizados. Puede ser. La verdad es que se podría creer a juzgar por su aspecto entre sonámbulo y alucinado. Como experiencia es posible que sirva. Lo malo es que para darle forma se ha escogido un tema a medias entre el folklore, la leyenda rural y lo pretendidamente metafísico, algo que recuerda al viejo teatro de principios de siglo.La acción sucede en el siglo XVII y se centra en la búsqueda de un cristal precioso cuyo secreto de fabricación se ha perdido hace largo tiempo. Las peripecias de tal búsqueda por el amo de la factoría, desde el incendio de su fábrica hasta el asesinato ritual y las profecías del pastor Muhlhias, figura, al parecer, legendaria del folklore bávaro, componen la anécdota a la que una fotografía poco inspirada y unos actores teatrales tanto dormidos como despiertos, ayudan bien poco.