El movimiento nacionalista rechaza las elecciones previstas por Suráfrica

El movimiento nacionalista de Namibia SWAPO continúa dando pruebas de la mayor hostilidad hacia la decisión adoptada por la República Surafricana, en el sentido de celebrar elecciones para determinar la futura composición del Parlamento de Windhoek.Las negociaciones, que han tenido lugar en la capital de Namibia entre representantes de Pretoria y de los once grupos tribales que forman la población africana de ese país, desembocaron en un acuerdo relativo a la composición de un Gobierno multirracial y la apertura de un proceso electoral.

El SWAPO, que no intervino en esos debates, niega ...

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El movimiento nacionalista de Namibia SWAPO continúa dando pruebas de la mayor hostilidad hacia la decisión adoptada por la República Surafricana, en el sentido de celebrar elecciones para determinar la futura composición del Parlamento de Windhoek.Las negociaciones, que han tenido lugar en la capital de Namibia entre representantes de Pretoria y de los once grupos tribales que forman la población africana de ese país, desembocaron en un acuerdo relativo a la composición de un Gobierno multirracial y la apertura de un proceso electoral.

El SWAPO, que no intervino en esos debates, niega la menor representatividad a los participantes, apoyado por una decisión de las Naciones Unidas que ha reconocido al movimiento nacionalista como el legítimo representante de la población de Namibia.

Pese a ello, el jefe de la etnia Herero, Clemens Kapuuo, y el dirigente de la minoría blanca, Dick Mudge, resolvieron proseguir con el plan primitivo, según el cual Surafrica otorgaría la independencia a Namibia en el plazo mínimo de un año, pero se reservaría la importante localidad de Walvis Bay, donde existe una base naval, así como se responsabilizaría de la defensa del país.

Mudge afirmó que el SWAPO será autorizado a presentar sus candidatos, pero dudó de que éste lo haga así, ya a que según su opinión, los nacionalistas sólo contarían con simpatías en el se no de la etnia Ovambo, la cual, no obstante ser la más importante, sólo representa el 40 % de la población africana.

El movimiento que dirige Sam Nujoma considera que las elecciones son una farsa y tienen como propósito consagrar la división tribal de Namibia y su futura «bantustanización».

El SWAPO asegura que Pretoria no ha abandonado sus tentativas de dividir a los nacionalistas, habiendo infiltrado en el mismo a elementos favorables a la conferencia de Windhoek, que fueron desenmascarados recientemente.

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La citada organización aceptaría negociar directamente con la República Surafricana, sobre, una base nacional y bajo la supervisión directa de la ONU, la cual aprueba esa fórmula.

Las tentativas llevadas a cabo por el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, para establecer un terreno de compromiso entre las tesis de Pretoria y los planteamientos del SWAPO no han dado, hasta ahora, el menor resultado y es dudoso que sean coronadas de éxito en el futuro inmediato, mientras continúe desarrollándose normalmente el plan de Windhoek.

La formación de un Gabinete del cual serían descartados los Ovambos y los demás partidarios del SWAPO traería un recrudecimiento de la guerrilla, la cual viene operando desde diversos puntos a partir de las bases instaladas, en Zambia y Angola.

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