Oreja se reúne en Dakar con los embajadores españoles en Africa occidental

El Gobierno español está tratando de averiguar con detalles cuáles son las posiciones de los países del Africa occidental con respecto al problema de las islas Canarias.

Este Parece ser el encargo más relevante hecho por el ministro español de Asuntos Exteriores a los representantes diplomáticos españoles en veintidós naciones de esta parte del mundo, en el transcurso de las reuniones que han celebrado en Dakar y que se han prolongado durante más horas de las previstas en principio. Aunque ningún miembro de la delegación que acompaña al ministro ni de los embajadores convocados en Seneg...

El Gobierno español está tratando de averiguar con detalles cuáles son las posiciones de los países del Africa occidental con respecto al problema de las islas Canarias.

Este Parece ser el encargo más relevante hecho por el ministro español de Asuntos Exteriores a los representantes diplomáticos españoles en veintidós naciones de esta parte del mundo, en el transcurso de las reuniones que han celebrado en Dakar y que se han prolongado durante más horas de las previstas en principio. Aunque ningún miembro de la delegación que acompaña al ministro ni de los embajadores convocados en Senegal admiten oficialmente este extremo, parece claro que el señor Oreja ha transmitido a sus colaboradores la necesidad de poseer el mayor volumen posible de información sobre el tema, cuyos perfiles se han afilado mucho últimamente por la actuación del MPAIAC, movimiento independentista canario apoyado por Argelia, y por la lenta, pero constante, Penetración marroquí en el archipiélago.Aunque solamente fuera por esta razón, que tiene de por sí mucho peso específico, ya podría considerarse desde ahora mismo realmente positiva la visita de Marcelino Oreja a Senegal. Lo que ninguno de los embajadores en Africa occidental reunidos aquí niegan es que este contacto común va a suponer la consecución de una unidad de criterios muy positiva para el enfoque de la nueva política africana que parece estar dispuesta a iniciar el Gobierno español a partir de ahora.

En el terreno de la cooperación bilateral, las gestiones del ministro y los miembros de su equipo parecen haber obtenido también resultados muy alentadores. Después de las reuniones mantenidas entre las autoridades españolas y senegalesas, es seguro que el convenio pesquero vigente entre España y Senegal va a alcanzar su máximo desarrollo y hará posible que la actual valoración de las capturas que obtiene la flota española que faena en estas aguas, estimada en unos 8.000 millones de pesetas, aumente.

En otros terrenos de la cooperación es muy posible que España reciba el encargo correspondiente para la construcción de treinta barcos pesqueros para la flota nigeriana. En el aspecto cultural parece que las autoridades senegalesas ven con mejores ojos la instalación en Dakar de un centro cultural español, que los proyectos parecidos presentados con insistencia últimamente por los Gobiernos de China y de la Unión Soviética.

El ministro señor Oreja ha aprovechado su estancia aquí para contactar con el ministro de Asuntos Exteriores del Níger, país en el que empresas españolas van a colaborar en la ampliación de un pantano de gran capacidad, y con el presidente de la República del Camerún, presente estos días en Dakar invitado por el presidente Sengor.

El último acto oficial de la visita del señor Oreja se produjo ayer en el discurso pronunciado por el ministro en la cena de despedida ofrecida por su colega senegalés, Assane Seck.

En los últimos párrafos de su discurso, el señor Oreja hizo un llamamiento a la paz mundial, objetivo básico de la política exterior española, según el ministro en los siguientes términos:

«Debemos esforzarnos en el asentamiento de los tres grandes pilares en los que debe basarse el bienestar de los pueblos y las relaciones entre las naciones: los esfuerzos encaminados hacia el desarme, una cooperación acrecentada que disminuya las irritantes diferencias en los niveles de desarrollo económico, el respeto pleno y la puesta en práctica sincera de los derechos humanos y de las libertades fundamentales. »