Termina en París el Festival de Cine Fantástico

Se terminó un festival en el que cada espectador ha tenido su dosis de terror, fantasía, satanismo, brujería, escalofrío y angustia. Un balance no demasiado satisfactorio, algunas películas de relleno, pasables o francamente malas otras y el resto buenas, pero ninguna extraordinaria.

La distribución de premios por un jurado compuesto por Myléne Demongeot, Philippe Curval, Jean Gireaud, Christian Poninsky y Alexa'ndre Whitelaw fue la siguiente:La -Licorne d'Or del cine fantástico, para la película americana"The Food of the Gods, de Bert I. Gordon; premio especial del ju...

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Se terminó un festival en el que cada espectador ha tenido su dosis de terror, fantasía, satanismo, brujería, escalofrío y angustia. Un balance no demasiado satisfactorio, algunas películas de relleno, pasables o francamente malas otras y el resto buenas, pero ninguna extraordinaria.

La distribución de premios por un jurado compuesto por Myléne Demongeot, Philippe Curval, Jean Gireaud, Christian Poninsky y Alexa'ndre Whitelaw fue la siguiente:La -Licorne d'Or del cine fantástico, para la película americana"The Food of the Gods, de Bert I. Gordon; premio especial del jurado, para Summer of Secrets, de Jin Sharman; premio. de interpretación femenina, atribuido colectivamente a las intérpretes de Pique-nique a Hangíngn Rock, de Peter Weir; premio de interpretación masculina, para -Richard Basehart, en Mansion of the Doomed, premio al mejor guión, para Welcome to Blood City, de Peter Sasdy; premio al mejor cortometraje, para Reve, de Peter Foldes; gran premio del público del festival 1977, para Wizards, de Ralph Bakshi. Jim Sharman ha recibido también el premia de la crítica: La Masque d'0r.

Bert I. Gordon, autor desde 1955 de numerosos largometrajes, y que rueda actualmente The empire of the ants, nació en 1922 en Estados Unidos. Dedicado a la publicidad en una primera época, realiza en1955 su primer largo: King Dinosaur. técnico del trucaje, que estudia y y actúa personalmente en sus filmes.

Tras la aventura de su primera película, decide dedicarse enteramente a lo fantástico, con un tema mascota que aparece continuamente en sus producciones: el gigantismo, humano o animal: saltamontes gigantes en Begginning of the end, cíclope gigante descubierto en plena selva por unos expedicionarios en The Cyclops (1957), el gigantesco coronel Manning, gravemente quemado por la explosión de una bomba de plutonio y que comienza a crecer desmesuradamente hasta morir ahogado en The -Amazing Colossal Man (1957), la temible tarántula de The spider, que muere electrocutada.

Pero, además del gigantismo, Gordon ha tocado también otros temas, como el del titiritero de Attack of the puppet People, que metamorfosea a sus víctimas en muñecas vivientes, o The magic sword, donde Gordon realiza un auténtico festival de efectos especiales al servicio de un escenario delirante, o Picture Mommy, un suspense con muertes terroríficas, hasta Necromancy, donde se sumerge en plena brujería y dirige a Orson Weiles.

The Food of the Gods es la adaptación moderna del célebre cuento de H. G. Wells, que actualiza y .sitúa la. acción en las costas canadienses. El descubrimiento de un alimento venido del cielo hace crecer desmesuradamente a quien lo prueba, hasta adquirir tallas gigantescas: gusanos, gallinas, avispas devoradoras y ratas, unas ratas voraces, enormes, que arrasan todo lo que encuentran a su paso, destrozándolo. La película se reduce a la lucha de los protagonistas contra-su invasión, las situaciones se repiten hasta llegar a un apoteosis final, una inmensa inundación provocada por el joven héroe (deportista y rubio), que obliga a los protagonistas a refugiarse en el tejado de la casa, rodeados de agua y de roedores ahogándose, acompañado de un concierto escalofriante de chillidos penetrantes de los animales, que no quieren morir.

En esta película, Gordon ha utilizado un procedimiento fotográfico único, inventado por él, llamado Matéx System, en el que partiendo de una película especial y de algunos arreglos personales, obtiene sobre la pantalla un gran realismo, sobre todo en lo que se refiere a las ratas.

La película española Viaje al centro de la tierra, de Juan Piquer, fue recibida por los espectadores de domingo, predispuestos a la participación, con gritos y comentarios, pues, como Juan Piquer, el director, nos dice: «Es una película sin pretensiones; lo que intentamos, el equipo que la ha realizado, es que el espectador se divierta tanto al verla como nosotros al hacerla.»

La pelicula no tiene nada de terrorifico, angustioso o ambicioso, está dentro del cine para pasar el rato, apta "para todos los públicos", con una cierta dosis de ingenuidad. Su director que gusta de lo fantástico, y admira a Julio Verne, tiene en proyecto tres películas más: Los quinientos millones de la Begún, El Yeti y Los peregrinos del espacio, la colonización de un planeta por los terrestres.

Del miedo, al pánico

La película choque del festival, presentada fuera de consurso el último día fue, evidentemente Suspiria, del director italiano Dario Argento (1976), conJessica Harper y Stefana Casini. Argento maestro del thriller italiano, autor de Cuatro moscas de terciopelo gris. El pájaro de plumaje de cristal, La tarántula con el vientre amarillo, Profondo rosso, bate actualmente todos los records de taquilla en Italia, y ha sobrepasado a King Kong e incluso al temible tiburón de Jaws; produce el mismo sus películas, "lo que me permite toda la libertad que necesito"Su película Suspiria situada en una tenebrosa casa de la Selva Negra alemana es fantástico-terrorifica. Su pretensión, como dijo en la rueda de prensa, es "hacer pasar al espectador del miedo que es la fiebre a 39 grados, a la fiebre a 41 grados, es decir, al pánico. Quiero ir más allá del terror, quiero sumergir al espectador en un pánico histerico. Hay que ir contra todo, hay también que llegar a todo, en el terror también.

Su película, muy bien realizada, es una colección de efectos gratuitos si se quiere, que se desarrollan en un soporte de terror; una historia de crímenes y brujería en la época moderna y en un ambiente de lujo. En realidad la película no es la anécdota histórica, son los efectos; ahí está el verdadero filme, acompañado de una música compuesta por el mismo director, que intensifica el lado histérico.

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