Crítica:CINE

Cierta clase de prensa

El conocido premio Nobel alemán Heinreich Böll escribió hace poco una breve historia en la que con distinta anécdota y distintos personajes, venía a exponer una serie de experiencias personales en su enfrentamiento con la prensa sensacionalista de su país. Esta prensa, cuyo nombre, por razones obvias, no se dice en la película, fue el diario Bild Zeitung, de la cadena Springer, que monopoliza un 70% de los lectores alemanes. Acusarla de tergiversar los hechos referentes al grupo Baader-Meinhof supuso para el escritor una campaña de injurias y difamaciones.En la ficción es una muchacha: ...

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El conocido premio Nobel alemán Heinreich Böll escribió hace poco una breve historia en la que con distinta anécdota y distintos personajes, venía a exponer una serie de experiencias personales en su enfrentamiento con la prensa sensacionalista de su país. Esta prensa, cuyo nombre, por razones obvias, no se dice en la película, fue el diario Bild Zeitung, de la cadena Springer, que monopoliza un 70% de los lectores alemanes. Acusarla de tergiversar los hechos referentes al grupo Baader-Meinhof supuso para el escritor una campaña de injurias y difamaciones.En la ficción es una muchacha: Katharina Blu, quien asume el papel de víctima. Implicada casualmente en un oscuro, asunto de deserción y rebeldía, ve su nombre manchado y su honor perdido por culpa de un periodista y un diario dispuesto a aumentar la tirada a su costa. Su madre muere a causa del escándalo y el público, aceptando el retrato que de la muchacha se le sirve, día tras días, le insulta y asedia en la calle, por teléfono, a través del correo. Al fin, la mujer dócil y amable del principio se transforma en rebelde y agresiva. A través de su breve camino de humillaciones y desprecios, sólo le quedará abierto un deseo de venganza que, en cierto modo vendrá a liberarla.

El honor perdido de Katharina Blum

Argumento: Heinreich Bóll. Guión: Volker Schlöndorff y Margarethe von Trotta. Intérpretes: Angela Winklen, Mari Adorf, Heinz Bennent, Hannelore Hoger. Dramático. Alemania Qccidental 1975. Local de estreno: Cine Amaya.

Realizado a ratos como un buen documental, quizá un poco esquemático en lo que al amor de la muchacha se refiere y a su transformación un poco apresurada, es ésta una buena realización de Vólker Schlöndorff, aprendiz de cine con Resnais y Malle. Angela Winkler, actriz de teatro habitual en la televisión alemana, sobresale con su mirada penetrante y su rostro antidivo, frente a Mario Adorf en el papel de policía.

Este alegato contra cierta clase de prensa, aquella que confunde el fin con los medios, que se sirve de la ignorancia de un público, amorfo, víctima propicia de la letra impresa, viene a sumarse, con su alegato irónico final sobre la hipocresía, y sus implicaciones políticas, a la filmografía abundante, servida tan a menudo desde el otro lado del Atlántico. En realidad, si bien se mira, algunas de las formas de investigación utilizados por unos y otros periodistas no difieren a veces en lo fundamental. En el asunto Watergate se daba de ellos una versión bastante amable, mientras que aquí en el caso del Bild Zeitung tal versión roza en ocasiones lá caricatura. Y es que nunca se sabrá, en cualquier vocación, en todo oficio, hasta dónde permiten llegar las reglas del juego y dónde empieza la deformación profesional en la búsqueda de la noticia por la noticia que si no existe se hace, se inventa, cuando el fin -cualquier fin- se supone que justifica los medios, por encima de la moral y de la ética. Es decir: por encima del honor perdido de nuestros semejantes.

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