Crítica:CINE

Concierto barroco

Realizada después de Blanche y los famosos Cuentos Inmorales llega hasta nosotros esta Historia de un pecado, de Walerian Borowczyk, el director polaco que reparte su obra entre la cinematografía de su país y la francesa. Estudiante de Bellas Artes en Cracovia, vocación se reparte también por igual entre los filmes animados y los de actores, entre los que destaca, sob todo, por su leyenda escandalosa, La Bestia, que viene a resucitar el viejo tema del amor entre los hombres y los irracionales.Esta apretada noticia de su vida y su obra viene a de...

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Realizada después de Blanche y los famosos Cuentos Inmorales llega hasta nosotros esta Historia de un pecado, de Walerian Borowczyk, el director polaco que reparte su obra entre la cinematografía de su país y la francesa. Estudiante de Bellas Artes en Cracovia, vocación se reparte también por igual entre los filmes animados y los de actores, entre los que destaca, sob todo, por su leyenda escandalosa, La Bestia, que viene a resucitar el viejo tema del amor entre los hombres y los irracionales.Esta apretada noticia de su vida y su obra viene a decimos que nos hallamos ante una de las personalidades más complejas del cine europeo contemporáneo. Lírico, refinado, de imágenes a veces demasiado perfectas en las que su primer oficio aflora, capaz de transformar cualquier tema que toca en irónicos dramas pasionales, cada película de Borowczyk alumbra y explica una faceta más de su mundo personal que, más allá de lo puramente real, corre vecino a Maupassant y Hoffmann, a un cierto tipo de romanticismo distanciado que la música de Mendelssohn en este filme subraya, una especie de serenidad arrebatada mucho más fácil de advertir que en Blanche donde el humor, paso a paso, nos llevaba de la mano a la tragedia.

Historia de un pecado

Guión y diálogos: Walerian Borowczyk, de la novela de Stefan Zeromski. Fotografía: Zygmunt Samosiuk. Dirección: Walerian Borowczyk. Intérpretes: Grazyna Dlugolecka, Jerzy Zelnik, Olgierd Lukaszewicz. Polonia Drama Color. 1975.

Aquí, humor y melodrama aparecen solidarios desde un principio; ironía y folletín vienen unidos con raro pulso y hábil tacto. La aparente sencillez de Blanche, sus planos estáticos, casi ascéticos, su técnica voluntariamente primitiva, como inventada a propósito para una historia falsamente medieval, se ha transformado en largas secuencias cámara en mano, cuya imperfección formal viene a potenciar aún más los agudos problemas de esta Eva protagonista y pecadora de amor.

Basada en una novela muy conocida en su país y disponiendo al fin de medios adecuados tras su labor casi artesanal de filmes anteriores, Historia de un pecado viene a ilustrar la vida de esta muchacha burguesa de Varsovia que, tal como su confesor le advierte, acabará destruyendo no sólo la salud de su alma, sino definitivamente la de su cuerpo.

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