Tribuna:DIARIO DE UN SNOB

Los marginales

Resulta que el referéndum lo va a ganar el Gobierno gracias a los marginales, gracias a los votos inocentes de los bienaventurados: españoles emigrantes, enfermos. impedidos, ancianos, minusválidos don Claudio Sánchez-Albornoz.

El otro día hablábamos del interés de los minusválidos por votar. Ahora comunican de Buenos Aires el sí anticipado e incondicional de don Claudio Sánchez-Albornoz. Antonio Gala ha hablado en estos días de esos laboriosos ancianos exiliados que igual podían haberse quedado aquí. Don Claudio, cuyo mayor problema de exiliado según le contó a ...

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Resulta que el referéndum lo va a ganar el Gobierno gracias a los marginales, gracias a los votos inocentes de los bienaventurados: españoles emigrantes, enfermos. impedidos, ancianos, minusválidos don Claudio Sánchez-Albornoz.

El otro día hablábamos del interés de los minusválidos por votar. Ahora comunican de Buenos Aires el sí anticipado e incondicional de don Claudio Sánchez-Albornoz. Antonio Gala ha hablado en estos días de esos laboriosos ancianos exiliados que igual podían haberse quedado aquí. Don Claudio, cuyo mayor problema de exiliado según le contó a Luis Otero en Buenos Aires, es no encontrar un camisón para dormir, confía sin duda en que los triunfadores del referéndum le lleven a la cama con skijania.

De Inglaterra comunican que los obreros españoles de la emigración votarán sí en su mayoría, porque aquí la vida tiene otro sabor, y las normas del referéndum indican el correo como procedimiento de voto para enfermos, ancianos e impedidos. Pero como la derecha está en todo, alguien ha preguntado:

-¿Y si falla el correo?

Porque desde que los carteros se han vuelto rojos, a lo mejor se comen las cartas con el voto afirmativo y vehemente de los marginales. La gran arma con que cuenta el referéndum es la televisión,y la televisión -lo tengo dicho- es una cosa pensada para los sanatorios, las guarderías infantiles, los asilos y los tele-clubs de Fraga.

Este es el error histórico de la oposición española, el pire mental de la otra España: que se dirige siempre a los ciudadanos conscientes, a la gente autónoma y a los amigos de la Unesco. Pero nunca aprenden que en España los referéndums, las elecciones y las quinielas son cosas que las ganan siempre los pastores de cabras, los tontos de pueblo, los panaderos de los Monegros, las ancianitas rentistas, la viuda del último de Filipinas y ese impedido que pinta Las Meninascon los pies.Mientras la izquierda cuenta con los suscriptores de, la Revista de Occidente y los obreros que tomaban café con Pablo lglesias, la derecha ha preferido contar históricamente, en España con el censo enorme de los marginales, ennoblecidos hoy como mayoría silenciosa, y que es para quienes se hacen los concursos de televisión, las películas de Landa, las manifestaciones masivas, el Un, dos, tres, la Lotería del Niño e incluso algunos periódicos.

Goya, Baroja, Valle-Inclán y Cela han insistido a través de los tiempos para recordar a nuestra izquierda que España es en buena medida -y precisamente por culpa de la derecha- un país teratológico, una Pintura negra, un sueño de la razón, un esperpento, pero como si nada. Me lo dijo una vez Tono:

- El extranjero está lleno de pianistas. Bueno. pues si el extranjero está lleno de pianistas. España está llena de ancianitas piadosas y reumáticas de rentistas perlésicos, de niños cabezones y de republicanos de derechas, como don Claudio.

Así que todos los obreros emigrantes van a votar que sí como un solo hombre, como un solo don Claudio, con el propio don Claudio a la cabeza, y los enfermos, impedidos, ancianos y tiradores de piedras al río en todos los pueblos de España, van a enviar su voto por correo certificado al referéndum. Legión de ángeles simples contra la horda judeomasónimarxista, hueste de tristes y blancas fuerzas contra los intelectuales del pub Díckens y de Oliver, que al fin y al cabo son cuatro contando a Adolfo Marsillach y a Jorge Fiestas.

El referéndum, en fin, va a servir para movilizar una vez más el fondo reumático y sanatorial de un país longevo donde los viejos duran mucho, los enfermos no se mueren nunca, gracias a Dios, y don Claudio duerme en camisón para estar presentable por si se le aparece en sueños doña Juana la Loca.

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