Los vecinos, contra las contribuciones especiales de una depuradora

La Delegación de Hacienda, por medio del Ministerio de la Gobernación, ha denegado la impugnación realizada por cuatro asociaciones del puerto de Sagunto sobre el pago de las contribuciones especiales para instalación de la depuradora de las aguas residuales de la zona.

Del importe total de la depuradora, calculado aproximadamente en 152 millones de pesetas, los vecinos, según había determinado la Corporación, deben aportar 35 millones, que supone 3.700 pesetas por vecino, repartidas en cuatro plazos anuales. El Ayuntamiento aporta 69 millones, mientras la Administración los 47 rest...

La Delegación de Hacienda, por medio del Ministerio de la Gobernación, ha denegado la impugnación realizada por cuatro asociaciones del puerto de Sagunto sobre el pago de las contribuciones especiales para instalación de la depuradora de las aguas residuales de la zona.

Del importe total de la depuradora, calculado aproximadamente en 152 millones de pesetas, los vecinos, según había determinado la Corporación, deben aportar 35 millones, que supone 3.700 pesetas por vecino, repartidas en cuatro plazos anuales. El Ayuntamiento aporta 69 millones, mientras la Administración los 47 restantes.

Los vecinos, a través de las asociaciones La Esperanza, La Victoria y La Forja (esta última en trámites de legalización) y la Asociación Familiar, alegan que el Ayuntamiento dispone de fondos suficientes para emprender la obra, ya que en 1975 tuvo un superávit de cuarenta millones, a lo que la Corporación responde que este superávit es de veintiocho millones destinados a sanear el presupuesto del año en curso. Asimismo estiman que la venta de la propiedad municipal El rincón de Guasa y las contribuciones y tasas que deben pagar las nuevas industrias, como es el caso de la IV Planta Siderúrgica, permite hacer frente al gasto de la depuradora sin necesidad de contribuciones especiales.

El puerto de Sagunto no posee una infraestructura de vertidos residuales. Estos van a parar al río Palancia, sin curso de agua constante, originando charcas, la mayor de ellas cerca de la desembocadura, junto a las viviendas. El peligro de contaminación se trató de disminuir este verano instalando provisionalmente un motor para oxigenar la acumulación de aguas residuales.