Crítica:Discos

A duras penas

Este disco es un claro retrato de las dificultades que aún tiene Carlos Cano para delimitar el terreno de su música y es también el primer paso, decidido y sincero, para encontrar la situación, o la palabra que sirva para definirlo, más en función del gran público que de sí mismo. Las canciones van de extremo a extremo de la guasa a la tragedia, sin solución de continuidad. Sí se advierte en el LP una profunda tristeza y una extraña resignación a pesar del grito y la queja. Carlos Cano está buscando caminos de la canción popular y cita a otros con frecuencia y sin reparos, que es una ma...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Este disco es un claro retrato de las dificultades que aún tiene Carlos Cano para delimitar el terreno de su música y es también el primer paso, decidido y sincero, para encontrar la situación, o la palabra que sirva para definirlo, más en función del gran público que de sí mismo. Las canciones van de extremo a extremo de la guasa a la tragedia, sin solución de continuidad. Sí se advierte en el LP una profunda tristeza y una extraña resignación a pesar del grito y la queja. Carlos Cano está buscando caminos de la canción popular y cita a otros con frecuencia y sin reparos, que es una manera de explicarse un poco a sí mismo cuando se hace la primera obra. Es muy respetuoso el trabajo de director musical de Alberto Gambino, pero encontramos poco eficaz e imaginativa la producción, aunque como tantas primas obras y de este tipo de música puede estar condicioriada económicamente con muy bajo presupuesto. Incluso contando con esto, Carlos Cano necesitaba de una más experta mano en la producción.

(Gong-Movieplay S 32 834)

Carlos Cano

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En