Habrá una nueva feria en otoño

Los libreros han llegado a un acuerdo con el INLE

Según la comisión de libreros que, en nombre de los cien firmantes del documento sobre la Feria convocaron el martes 3 una rueda de prensa, las negociaciones en torno al llamado conflicto de la Feria han llegado a una situación estable y de acuerdo, por el momento.El conflicto comenzó con la de nuncia que la Comisión de los 100 hacía en escrito hecho público el 26 de mayo, acaparamiento de la Feria por parte de algunas editoriales fuertes, el valor cultural escaso de esta celebración y, sobre todo, la marginación en ella de los libreros, eran los puntos fundamentales. a partir d...

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Según la comisión de libreros que, en nombre de los cien firmantes del documento sobre la Feria convocaron el martes 3 una rueda de prensa, las negociaciones en torno al llamado conflicto de la Feria han llegado a una situación estable y de acuerdo, por el momento.El conflicto comenzó con la de nuncia que la Comisión de los 100 hacía en escrito hecho público el 26 de mayo, acaparamiento de la Feria por parte de algunas editoriales fuertes, el valor cultural escaso de esta celebración y, sobre todo, la marginación en ella de los libreros, eran los puntos fundamentales. a partir de ahí, una serie de comisiones rotativas mantienen largas entrevistas con el señor Celdán, jefe de Ferias y Exposiciones del INLE; con el presidente de la Agrupación Sindical de Libreros, señor Gugel; con los miembros de la llamada ponencia de la Feria, integrada por tres representantes de los libreros madrileños y tres de los editores, y con el delegado de cultura del Ayuntamiento de Madrid.

Al tiempo que corría el rumor constante de la posibilidad de que este año los libreros organizaran una feria paralela, sus reivindicaciones se iban concretando: la primera, participar en la Feria actual de 1976; segunda, exigir que ésta oriente al público a comprar las novedades en su librería habitual, para lo cual se pedía a los editores que sirvieran las novedades al mismo tiempo a los libreros que a su propia caseta, y, por último, que se abrieran negociaciones cara a la organización de las próximas ferias.

Por su parte, el INLE ha delegado la gestión en manos de los representantes de la ponencia de la Feria, que está absolutamente de acuerdo con los planteamientos de las asambleas y comisiones de libreros, y el presidente de la Agrupación Sindical ha puesto su cargo a disposición de sus representados, que no admitieron su dimisión, aunque sí su buena voluntad.

Con todo, el problema central seguía siendo la intervención de los libreros en la actual Feria. Ellos proponían la instalación de tenderetes en el Retiro, paralelos a las casetas. Como contrapropuesta, el señor Timmermans gestiona con el ayuntamiento la instalación de polos periféricos, en los barrios madrileños, propuesta que no es aceptada tal cual por mantener la marginación de los barrios, aunque sí se recoge y admite, por parte de todos, la posibilidad de que los libreros periféricos puedan sacar a la calle, en festividades determinadas, sus textos. Esto era algo que ello, ante las dificultades de difusión cultural en los barrios, venían pidiendo. Por último, y dado que la Comisión de Parques y Jardines del Ayuntamiento no cuenta con procedimiento de urgencia y la tramitación legal de la feria paralela, en el Retiro se haría temporalmente difícil, se habla de una tercera alternativa: la celebración de una nueva Feria del Libro, con carácter excepcional, y fundamentalmente de libreros, para el próximo otoño. Para la organización de esta Feria, los organismos competentes se han comprometido a escuchar, con carácter ejecutivo, a los organismos representativos de los libreros, y el INLE a convocar asambleas de libreros en las que éstos puedan tomar sus decisiones y elegir sus representantes.

Así pues, ante el compromiso del INLE, de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento del presidente de la Agrupación Sindical se concretaría en el cambio efectivo de las próximas Ferias, en la participación de comisiones representativas de los libreros en su elaboración, en la celebración de la Feria de Otoño, y la colaboración del Ayuntamiento en la difusión del libro en los barrios, más la colaboración, y compromiso de. los editores respecto al problema de la venta, la Comisión de los 100, en nombre de los libreros madrileños, considera la situación lo bastante satisfactoria como para no crear situaciones de conflicto.

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