FERIA DE SAN ISIDRO

Julio Robles

En la crónica de la corrida del sábado (publicada el domingo), el imponderable, que nunca falta, dejó un párrafo fuera. No suele tener importancia la falta de unas líneas en una crónica, pero en este caso debe hacerse la aclaración oportuna, pues precisamente se re fería a lo más positivo que se hizo por los toreros, aquella tarde. Se quiso decir entonces que Julio Robles, triunfador de la corrida, había conseguido entre varios naturales uno prácticamente perfecto, que levantó clamores, y unos ayudados por bajo finísimos, tan templados como mandones; le ganaba el terreno, al toro hasta remata...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En la crónica de la corrida del sábado (publicada el domingo), el imponderable, que nunca falta, dejó un párrafo fuera. No suele tener importancia la falta de unas líneas en una crónica, pero en este caso debe hacerse la aclaración oportuna, pues precisamente se re fería a lo más positivo que se hizo por los toreros, aquella tarde. Se quiso decir entonces que Julio Robles, triunfador de la corrida, había conseguido entre varios naturales uno prácticamente perfecto, que levantó clamores, y unos ayudados por bajo finísimos, tan templados como mandones; le ganaba el terreno, al toro hasta rematar en los medios. Todo lo cual figurará -se quiso decir también- entre lo mejor que vamos a ver en esta, feria. No sería justo que el esfuerzo y el arte de Julio Robles en la segunda corrida de feria no tuviese aquí otro eco que el silencio.

Más información
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En