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‘Together’: el terror de la vida en pareja cuando uno se ha zampado la personalidad del otro

El tercio final, tan exagerado que bordea la extravagancia, es, sin embargo, lo más discutible del interesante trabajo del debutante Michael Shanks

Alison Brie y Dave Franco, en 'Together'.

El cine de terror siempre ha servido para mucho más que para dar miedo. Los subtextos que se esconden en sus relatos, aparte del estilo elegido para articularlos, suelen completar películas que, sin todo ello, nunca hubieran alcanzado la categoría de memorables únicamente por su experiencia física. En esa línea, ese ejercicio psicológico, social y hasta político no pocas veces ha entrado de lleno en las relaciones de pareja: en el amor y en el deseo, pero también en la dependenci...

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El cine de terror siempre ha servido para mucho más que para dar miedo. Los subtextos que se esconden en sus relatos, aparte del estilo elegido para articularlos, suelen completar películas que, sin todo ello, nunca hubieran alcanzado la categoría de memorables únicamente por su experiencia física. En esa línea, ese ejercicio psicológico, social y hasta político no pocas veces ha entrado de lleno en las relaciones de pareja: en el amor y en el deseo, pero también en la dependencia, la manipulación y el miedo al abandono. Un lugar tan complejo como apasionante en el que se sitúa ya desde el título la australiana Together, ópera prima de Michael Shanks, que, más allá de los dos subgéneros en los que se mueve —el terror corporal y el terror folclórico—, aglutina abundantes ingredientes de interés en torno a las dinámicas de la pasión y a las jugarretas de la convivencia.

Presente en el reciente festival de Sitges, Together se impulsa a través de una dicotomía quizá algo gruesa en su explicación pero que, sobre todo en la primera parte de la historia, consigue estimulantes cotas de inquietud: sus dos protagonistas, casi únicos en el relato, conforman una de esas parejas de las que se suele decir que “no pegan ni con cola”, mientras la historia los va obligando literalmente a que se unan. Músico de rock en busca del éxito, apocado y al borde de la depresión, encantadoramente torpe para las cuestiones más prácticas de la vida, y maestra de cole de críos con las cosas mucho más claras, entre ellos parece haber un abismo porque, en lo cotidiano y en lo mental, ella se lo come a él de cabo a rabo. Y una frase terrible como muestra: “Todos saben, y así me lo dicen, que tú me necesitas más que yo a ti”.

Con La posesión (1981), de Andrezj Zulawski, como paradigma del metafórico cine de terror que en realidad habla de la descomposición de la pareja y del barranco de la separación (Midsommar y La invitación podrían ser otros dos buenos ejemplos), sobre Together sobrevuelan el mal rollo y la incomodidad, desplegados a través de dos instancias muy distintas. La relación de pareja en sí misma, expresada en una petición pública de matrimonio que lleva a que el que la recibe dude demasiados segundos en la respuesta. Y una línea de body horror enraizada en el cine de David Cronenberg, en la que las mutaciones de los cuerpos son reflejo del alma de los personajes.

Shanks, manipulador emocional desde este primer largometraje, parece haberse sacado el carnet de director en la malsana escuela de Stanley Kubrick y su Eyes Wide Shut, y ha elegido a una pareja de la vida real —los estadounidenses Alison Brie y Dave Franco— para interpretar situaciones y textos de una dureza extrema en lo físico y en lo psicológico, que llevan su película hasta una dimensión personal de complicada digestión. Además, en el despliegue del terror más puro, se le notan sus orígenes australianos: el terruño como lugar insuperable para los desconocedores del paisaje; el sobrecogedor efecto del aislamiento en un pueblo donde ser vecinos significa que la casa más cercana está a menos de unos kilómetros; los efectos del folclore, el paganismo y la superstición en las relaciones personales; y el atavismo encerrado en bosques sombríos y lugares donde sucesivas generaciones han encontrado la paz, el consuelo y hasta el salvajismo. De Picnic en Hanging Rock (1975) a Babadook (2014), Australia siempre ha sido una potencia en esto del folk horror.

El tercio final, tan exagerado que bordea la extravagancia, es, sin embargo, lo más discutible del interesante trabajo de Shanks porque, dependiendo de la sensibilidad de cada espectador, la risa nerviosa de unos puede convertirse en el hastío tonal de otros. Puede que la ausencia de miedo físico sepa a poco a los fanáticos del terror, pero los que busquen las perturbadoras interioridades del drama encontrarán el sustento necesario.

Together

Dirección: Michael Shanks.

Intérpretes: Alison Brie, Dave Franco, Damon Herriman, Jack Kenny.

Género: terror. Australia, 2025.

Duración: 102 minutos.

Estreno: 31 de octubre.

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