‘Un gran viaje atrevido y maravilloso’: cargante romance sobrenatural con estampa de estrellas
Solo se salvan las conversaciones intrascendentes y espontáneas en esta ‘road movie’ de encuentro sentimental, tercera película de Kogonada
El origen formativo de Kogonada, director estadounidense nacido en Corea del Sur, supone un caso (casi) único en la historia del cine. No son pocos los cineastas de muy distintas generaciones que, antes de ponerse detrás de la cámara, ejercieron la crítica en medios de comunicación. Y unos pocos ...
El origen formativo de Kogonada, director estadounidense nacido en Corea del Sur, supone un caso (casi) único en la historia del cine. No son pocos los cineastas de muy distintas generaciones que, antes de ponerse detrás de la cámara, ejercieron la crítica en medios de comunicación. Y unos pocos (Mark Cousins, por ejemplo) dieron el salto después de hacerse un hueco importante entre los estudiosos y los cinéfilos a través de ensayos fílmicos. Durante años, Kogonada compuso piezas a medio camino entre el arte, la estética, la divulgación, el análisis y la historiografía, popularizados además a través de redes sociales, que suponían un valioso encuentro entre lenguajes distintos. Videoensayos en formato cortometraje que lo convirtieron en una estrella (los espejos en el cine de Bergman; los ojos en el cine de Hitchcock; las manos en el de Bresson; las simetrías en el de Kubrick), pero que, y he ahí su singularidad, no dieron paso a largometrajes documentales en una misma línea, sino a ficciones puras y duras.
Un gran viaje atrevido y maravilloso es la tercera de las ficciones de Kogonada, una fábula romántica sobrenatural, un Alicia en el país de las maravillas que podría estar inspirado tanto en ¡Olvídate de mí!, de Michel Gondry, como en Fresas salvajes, de Bergman, pero que acaba siendo una montaña rusa de sensaciones casi siempre exasperante. Con fugaces instantes de nervio, pero de un enojoso manierismo visual, la película se supone reflexión sobre la conexión romántica, la vida en pareja, la fidelidad, la constancia y el definitivo tirar la toalla sentimental. Sin embargo, en la segunda parte se abre a una colección de recuerdos vitales que poco aportan al tema central, y la historia termina sin que lleguemos a conocer exactamente a sus protagonistas: los, eso sí, estupendos Margot Robbie y Colin Farrell, con la suficiente química como para subir el nivel del conjunto.
Columbus, el excelente debut de Kogonada, estrenado en 2017, tenía una trama central de romance juvenil, pero lo esencial era su estilo, la composición de los planos, su ambientación, y la disposición de los elementos humanos y físicos dentro del encuadre. Era una película que no debería perderse ningún arquitecto. Tampoco ningún adolescente con aspiraciones artísticas y culturales. Y aún menos los admiradores del cine del japonés Yasujiro Ozu, verdadera raíz estilística de aquella obra. Sin embargo, con su segundo trabajo en largo, Despidiendo a Yang (2021), comenzaron a vérsele las costuras. Distopía futurista en torno a la inteligencia artificial, los robots, la naturaleza de los afectos, las formas de duelo tras la muerte y las distintas representaciones de la nueva familia, contenía suficientes aspectos interesantes en su relato (muy semejante a abundantes episodios de la serie Black Mirror), pero su estética se zambullía peligrosamente en una especie de new age digital remilgado y falto de profundidad, de afectado preciosismo un tanto cargante.
El tratamiento del espacio, uno de los puntos fuertes del cine de Kogonada, sigue aportando buenos momentos a su trabajo, pero son las conversaciones intrascendentes y espontáneas las que más divierten en esta road movie de encuentro sentimental. El cine romántico sobrenatural ha sido un clásico desde El castillo de Dragonwyck y El fantasma y la sra. Muir, de 1946 y 1947. Después llegaron, entre muchos otros, títulos tan distintos pero tan estimulantes en lo comercial o lo artístico como Ghost y Una cuestión de tiempo. Pero Kogonada deambula entre un cine de la curación espiritual laica y otro de fácil autoayuda de taza de desayuno y tendente a lo cursi. De apreciable estampa en ciertos instantes, pero mucho más disperso que libre (hay un rato de musical), y sin la suficiente entidad en su reflexión acerca del amor.
Un gran viaje atrevido y maravilloso
Dirección: Kogonada.
Intérpretes: Margot Robbie, Colin Farrell, Phoebe Waller-Bridge, Hamish Linklater.
Género: romance. EE UU, 2025.
Duración: 108 minutos.
Estreno: 19 de septiembre.