Arnold Schwarzenegger: “Tenemos la responsabilidad de dejar un mundo mejor”
Antonio Banderas entrega al actor austriaco-estadounidense el premio homenaje de la primera edición de Comic-Con Málaga, una cita marcada por colas interminables
Imitó a Sylvester Stallone. Puso los ojos de Terminator e hizo gestos de Conan El Bárbaro. Arnold contó que entre sus películas favoritas se encuentran Titanic y Avatar. E incluso bromeó con la posibilidad de trabajar junto a Antonio Banderas y Álex de la Iglesia en España. Divertido, simpático, entretenido, el actor se puso serio este domingo al final de ...
Imitó a Sylvester Stallone. Puso los ojos de Terminator e hizo gestos de Conan El Bárbaro. Arnold contó que entre sus películas favoritas se encuentran Titanic y Avatar. E incluso bromeó con la posibilidad de trabajar junto a Antonio Banderas y Álex de la Iglesia en España. Divertido, simpático, entretenido, el actor se puso serio este domingo al final de su charla en la San Diego Comic-Con de Málaga: “Tenemos la responsabilidad de dejar un mundo mejor que el que encontramos. Hay que hacer todo lo posible por luchar contra la contaminación. Y tenemos que asegurarnos de no ver a los otros como el enemigo. Hay que respetar a las personas que tienen ideas diferentes a las tuyas, no odiarlas. Lo he visto en EE UU: los demócratas odian a los republicanos y los republicanos odian a los demócratas, pero son todos estadounidenses. Nadie debería odiar a nadie”, afirmó el intérprete y exgobernador de California por el Partido Republicano, en unas palabras de una u otra manera dirigidas a Donald Trump, que en su discurso de esta semana en la ONU dijo que el cambio climático es “la mayor estafa del mundo”.
Con permiso de Luke Evans, Aaron Paul o Dafne Keen, Schwarzenegger, de 78 años, era el gran nombre de la primera edición fuera de Estados Unidos de la San Diego Comic-Con, celebrada en Málaga desde el pasado jueves. Entre 120.000 y 125.000 personas han visitado un atestado Palacio de Ferias donde la conversación más repetida siempre ha tenido a las interminables colas como protagonista.
Este domingo, sobre las diez y media de la mañana, miles de personas hacían una cola kilométrica para acceder al recinto. Una vez dentro, hacían otra más para entrar al propio edificio. Y, una vez dentro, otra más para acceder a la zona de stands. Las quejas se han repetido durante toda la mañana, como ocurrió en días anteriores, y los asistentes —tras esperar otra cola— han presentado “miles” de hojas de reclamaciones, según fuentes consultadas por EL PAÍS.
Había una fila más que estaba repleta de personas disfrazadas que esperaban para acceder al salón principal donde estaba prevista la presencia Schwarzenegger. Antes llegaba una sorpresa: Antonio Banderas subía al escenario, con camisa hawaiana. “No es solamente un actor, una estrella, un político, es una leyenda”, señaló Banderas antes de entregarle el premio de artista homenajeado y asegurar que le conoció tras prepararle una paella en su casa. “Le gustó”, afirmó antes de recibir y abrazar al norteamericano, embutido en un elegante traje oscuro. “Es increíble estar aquí”, subrayó entonces Schwarzenegger, que recordó su primera visita a España —“Almería, Segovia, Madrid”— para rodar Conan El Bárbaro. “Para mí venir aquí es estar como en casa”, señaló.
Aquel fue precisamente su primer gran papel, justo sobre el que arrancó una conversación dirigida por Álex de la Iglesia, encargado de charlar con el mítico actor, casi siempre sobre cine. El exculturista recordó diversas anécdotas, como una antigua conversación con Stallone —al que imitó balbuceando y sin entenderse nada de lo que decía— en la que le vacilaba porque mataba a más personas en Rambo que él en Conan. “Luego en Comando yo mataba a 87 personas y le superé, pero entonces me decía que él usaba armas más grandes que las mías. Era una competición, una guerra total. Y a la gente le encantaba”, destacó. “Competíamos como locos, pero luego nos hicimos amigos y fuimos dueños de la cadena de restaurantes Planet Hollywood y viajábamos por todo el mundo. En realidad nos inspirábamos mutuamente”, añadió. También recordó la dureza de su vida como culturista, donde tanto la dieta, como los entrenamientos y otros muchos factores de su día a día estaban controlados al milímetro. “Era como un robot. Y de repente me llega el papel de Terminator en el que era una máquina. Fui muy afortunado de estar en ese proyecto”, señaló para destacar que la película funcionó gracias al trabajo del director, James Cameron. De hecho, aseguró que sus películas siguen siendo las que más le entretienen, entre las que citó Avatar y Titanic.
Además, relató cómo dio el salto a la comedia. “Me encontré con Ivan Reitman y Robin Williams en Aspen. Me dijeron que era muy gracioso y que debía hacer una película divertida. Y yo respondí a Reitman que si escribía algo para mí y me dirigía, pues me encantaría. Y así fue”, contó para explicar cómo llegó a protagonizar Junior y Los gemelos golpean dos veces. Alabó a Jamie Lee Curtis en Mentiras Arriesgadas y aseguró que se llegó a plantear una secuela, pero finalmente no ocurrió.
Después, Schwarzenegger respondió a varias preguntas del público y cuando Alex de la Iglesia le preguntó si quería decir algo más, aseguró que sí. Habló de que se sentía feliz de haber tenido una carrera como culturista, otra como actor y una más como político en California, además de su labor en el Instituto Schwarzenegger en temas “como la sanidad o las personas sin hogar”. También el medio ambiente. “Tenemos que hacer todo lo que podamos por mantener el mundo más limpio, porque la contaminación mata cada año a entre cinco y siete millones de personas”, subrayó en clara referencia a Trump. Luego dio un consejo: “No dejes que los partidos políticos te separen. Hay que respetar a la gente cuando cree de forma diferente a la tuya, no tienes que odiar a nadie”, sentenció antes de despedirse como un “Hasta la vista, baby”.
Colas interminables
Cuando el actor se despidió del público malagueño, las largas colas se seguían fuera. “Esto está imposible. He pagado 50 euros para esperar y esperar”, decía un visitante mientras otros empezaban a impacientarse. “Llevo más de una hora aquí y todavía me queda otra larga espera”, añadía otro. El número de reclamaciones era tan alto que la organización habilitó otra caseta para ello, mientras distintos miembros de la organización intentaban calmar los ánimos en el exterior, donde la temperatura apretaba y los paraguas servían de refugio frente al sol. Los organizadores no han enviado ningún comunicado sobre las esperas y los problemas surgidos.
El que sí lo ha hecho ha sido Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, administración que aporta más de tres millones de euros al evento. Moreno Bonilla, que acudió a la charla de Schwarzenegger, aseguró este domingo que ya han mantenido conversaciones con los responsables de la San Diego Comic-Con en Málaga para “corregir posibles errores y evitar las colas” en las dos próximas ediciones que hay firmadas. “Esta es la primera edición y es la más difícil. Hay que aprender de los posibles errores”, subrayó el presidente autonómico, que aseguró que en 2026 habrá más superficie y amplitud para moverse “con más libertad por el recinto”. Moreno Bonilla subrayó que las previsiones iniciales de 60.000 personas se duplicaron hasta las más de 120.000 finales y que eso ha superado a la organización, aunque las entradas llevaban vendidas desde hace meses.