Los veloces y nobles toros de Fuente Ymbro protagonizan un emocionante cuarto encierro de San Fermín
Tres corredores han resultado contusionados en una carrera que duró dos minutos y 18 segundos
Tres corredores han necesitado atención sanitaria en este cuarto encierro de San Fermín por contusiones en la cara, brazo y cráneo. Este parte médico da una idea de la nobleza de los toros de Fuente Ymbro, que han hecho la carrera en dos minutos y 18 segundos, solo un segundo menos que el año pasado.
Estos toros, de enorme trapío todos ellos, son originarios de la localidad gaditana de San José de Valle, pero parece que llevan entrenando por las calles de Pamplona todo un año. Una vez más, esta ganadería ha demostrado una envidiable forma física y un carácter propicio para que los corredores afronten la carrera con el respeto debido al toro bravo, pero sin el miedo en el cuerpo que produce la temible fama de otros hierros.
Hubo mucha gente en el recorrido, especialmente en el tramo final que da entrada al callejón cercano a la plaza, y los animales encontraron serias dificultades para seguir su camino, lo que, inevitablemente, produjo caídas y pequeños montones sin graves consecuencias.
Como cada mañana, el cohete de las ocho despertó a la manada, tan tranquila ella en los Corrales de Santo Domingo, y los cabestros enfilaron con energía la primera cuesta del recorrido. Hasta cinco bueyes se colocaron en cabeza y un sexto cerraba la manada. Así llegaron hasta la plaza Consistorial, donde ya el único toro de capa castaña hizo acopio de vergüenza torera y compartió velocidad con los compañeros mansos.
Bajaron a toda prisa la calle Mercaderes, pero redujeron la marcha antes de alcanzar los tablones de la larga y recta Estafeta, que iniciaron todos juntos, con la mirada fija en el compañero que le precedía y tratando de evitar, en lo posible, las molestias de los de blanco y rojo.
Hubo carreras bonitas, muchos corredores se permitieron el lujo de arrimarse a los buidos pitones de los protagonistas, y algunos pagaron su osadía con caídas espectaculares.
En esta ocasión, los toros de Fuente Ymbro no se desviaron hacia el vallado del callejón —otra prueba más de que conocían el recorrido mejor que el corredero de la dehesa donde han vivido hasta ahora—, lo que evitó más de un encontronazo y corredores arrollados. Llegados al ruedo, la manada enfiló con rapidez el camino hacia los corrales cuando el reloj marcaba dos minutos y 18 segundos, el encierro más rápido de este año.
Toros de récord
En este 2024, Fuente Ymbro cumple 17 ferias de San Fermín; desde su debut en 2005 —solo faltó en 2019— se ha caracterizado por su nobleza y prueba de ello es que esta ganadería llevaba siete años consecutivos limpios de corredores heridos, la única en lo que va de siglo con semejante récord.
Descansan ya en los corrales de la plaza Jarrero, Pijotero, Hortelano, Cazador, Manirroto e Historiador, cinco de capa negra y un castaño, entre los 520 y los 575 kilos, que serán lidiados esta tarde por Miguel Ángel Perera, Roca Rey, que volverá también el viernes —él es el único torero que repite en esta feria— y Tomás Rufo.