Iván Ferreiro: “Cada vez que salgo a tocar y aplauden, alucino”

El músico presenta su último trabajo, ‘Trinchera pop’, a los suscriptores de EL PAÍS en un encuentro exclusivo

Iván Ferreiro participa en un encuentro con suscriptores de EL PAÍS, en los Teatro Luchana, en Madrid.

Salió al escenario de los Teatros Luchana con su pequeño sampler, un instrumento electrónico que utiliza grabaciones previas. “Si os parece bien, voy a cantar una canción así, que es cómo fue creada en su momento”, explicó Iván Ferreiro al público. El artista gallego (Nigrán, 52 años) interpretó En las trincheras de la cultura pop sin más abrigo; ni falta que hizo, a juzgar por el aplauso final. Así comenzó el encuentro que el cantante y compositor tuvo el pasado martes con ...

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Salió al escenario de los Teatros Luchana con su pequeño sampler, un instrumento electrónico que utiliza grabaciones previas. “Si os parece bien, voy a cantar una canción así, que es cómo fue creada en su momento”, explicó Iván Ferreiro al público. El artista gallego (Nigrán, 52 años) interpretó En las trincheras de la cultura pop sin más abrigo; ni falta que hizo, a juzgar por el aplauso final. Así comenzó el encuentro que el cantante y compositor tuvo el pasado martes con un grupo de lectores de EL PAÍS en el que presentó su último trabajo, Trinchera pop.

En 2019 Ferreiro había decidido tomarse un tiempo para componer, pero sobrevino la crisis sanitaria de la covid-19 y no se encontró con ánimo. “Yo quería estar en pijama plantando mis pimientos”, contó. Acababa de descubrir la microagricultura ―cultivar en macetas― y cuánto más sabía sobre ella menos le apetecía escribir o trastear con los múltiples instrumentos que tiene en su estudio. El músico justificó que le encanta trabajar con otras personas, con lo que no ver a amigos como Nico Pastoriza o su hermano Amaro incentivó su desazón.

Con su disco Casa (2016) aprendió que tomarse un tiempo le sienta bien, así que no se preocupó. Antes de ese trabajo reconoció que sí sentía de manera más acuciante la necesidad de producir. Lo relacionó con su hiperactividad, pero también con una carga personal: “Supongo que hay algo del adolescente que sentía culpa por ser músico”. De alguna manera seguía pensando que debía demostrar, como en su momento hizo ante sus padres, que a lo que dedica su vida es un trabajo como otro cualquiera. Aunque Ferreiro explicó que, más allá de cobrar o del aplauso del público, él entiende su oficio como una labor de “hermandad, amor y respeto”.

También de compromiso con la cultura. De ahí el título, Trinchera pop, que sacó del podcast de Elisa McCausland y Diego Salgado Trincheras de la cultura pop. “Me lleva a la idea de alguien que defiende el pop desde la trinchera de creer en lo que hace”. Ferreiro ahondó en la idea de que que el pop no implica un producto “poco trabajado o menos profundo” que otros géneros y eso era lo que quería transmitir. Quería hablar de la creatividad, su conversación favorita con Amaro, dijo.

El disco está repleto de referencias a otros creadores y sus obras, en títulos como Miss Saigon, pero también en melodías como la popular cabecera del programa de Félix Rodríguez de la Fuente El hombre y la tierra, en la canción que él bautiza como La humanidad y la tierra; o la canción que da título al álbum, que creó a partir de la reinterpretación que hace el compositor Max Richter de ‘Las cuatro estaciones’ de Vivaldi.

La idea de la trinchera también estuvo motivada por una reflexión: seguir haciendo pop pasados los 50 años. “Me siento un dinosaurio”, bromeó. “Yo mismo a los 20 años hubiera criticado a alguien como yo, de 52, que sigue haciendo canciones”. Reconoció que en estos momentos no escucha mucha música y que valora que, en una época en la que el género urbano arrasa con todo, siga recibiendo el reconocimiento del público. Así que no ha perdido miedos e inseguridades, pero los vive de diferentes maneras. “Cada vez que salgo a tocar y aplauden, alucino”.

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