Un visitante derriba dos bustos romanos de los Museos Vaticanos
El atacante tiene 50 años y, según la institución, mostraba un “comportamiento extraño” antes de dañar las estatuas
Un hombre ha derribado hoy miércoles dos bustos de época romana que se exponían en los Museos Vaticanos. El individuo, que fue detenido por el personal del museo, causó, según la institución, “daños moderados” en las dos obras de arte. El museo, que rechazaba ofrecer demasiados datos al estar abierta una investigación sobre lo ocurrido, afirmó que el hombre rondaba la cincuentena y se “había comportado de manera extraña” durante su visita.
El ataque a los bustos, que fueron derribados de sus al...
Un hombre ha derribado hoy miércoles dos bustos de época romana que se exponían en los Museos Vaticanos. El individuo, que fue detenido por el personal del museo, causó, según la institución, “daños moderados” en las dos obras de arte. El museo, que rechazaba ofrecer demasiados datos al estar abierta una investigación sobre lo ocurrido, afirmó que el hombre rondaba la cincuentena y se “había comportado de manera extraña” durante su visita.
El ataque a los bustos, que fueron derribados de sus altos pedestales, se produjo en la sala Chiaramonti, que alberga más de 1.000 piezas de arte milenarias y que conforma una de las más importantes colecciones de este tipo de piezas romanas del mundo.
Según la institución, el personal de seguridad del museo inmovilizó al hombre mientras llegaba la policía del Vaticano pocos minutos después para arrestarlo. Las dos esculturas han sido trasladadas al laboratorio de restauración para su análisis y recuperación. Las fotografías tomadas por los visitantes y publicadas en las redes sociales muestran las dos esculturas rotas y tiradas sobre el suelo de mármol. Según el perfil de Twitter @antigua_roma, con más de 270.000 seguidores, el atacante destrozó los bustos tras la negativa del papa Francisco a recibirlo.
El ataque más importante que han sufrido las obras de arte del Vaticano ocurrió en 1972, cuando un hombre húngaro saltó sobre un altar lateral de la basílica de San Pedro y atacó la Piedad de Miguel Ángel con un mazo. Destrozó el brazo izquierdo de la Virgen y le arrancó la nariz y el velo. Esa obra maestra del Renacimiento se protege actualmente con un cristal antibalas.