El insomnio coreografiado de Rafaela Carrasco
La bailaora presenta una cuidada propuesta de danza coral que busca transmitir al público las sensaciones de los que se pasan las noches en vela
Resulta hoy día difícil —también en esta XXII Bienal de Flamenco de Sevilla— encontrar propuestas como la que la bailaora y coreógrafa sevillana Rafaela Carrasco estrenó ayer lunes iniciando la última semana de la cita. La singularidad de la obra residiría en su propia configuración: un trabajo coreográfico coral para un elenco de ocho bailaoras, más la titular de la compañía, que lleva a la danza una dramaturgia estudiada e ilustrada. Un ejercicio que quiere recoger el desarrollo de la larga y oscura noche del que no duerme, “la arquitectura del insomnio”. Carrasco, junto al escritor, actor y...
Resulta hoy día difícil —también en esta XXII Bienal de Flamenco de Sevilla— encontrar propuestas como la que la bailaora y coreógrafa sevillana Rafaela Carrasco estrenó ayer lunes iniciando la última semana de la cita. La singularidad de la obra residiría en su propia configuración: un trabajo coreográfico coral para un elenco de ocho bailaoras, más la titular de la compañía, que lleva a la danza una dramaturgia estudiada e ilustrada. Un ejercicio que quiere recoger el desarrollo de la larga y oscura noche del que no duerme, “la arquitectura del insomnio”. Carrasco, junto al escritor, actor y dramaturgo Álvaro Tato, con quien ya trabajara con exitosos resultados en Nacida sombra (2018) y Ariadna. Al hilo del mito (2020), ha conformado un trabajo muy cuidado para el que ha sido necesario conjugar una multiplicidad de elementos.
Por supuesto, está el baile, que es grupal y central y que muestra la capacidad de creación coreográfica de Carrasco y ofrece a su vez su maestría bailaora. La obra se estructura en tres partes en las que caben más de una veintena de pequeñas y, en ocasiones breves, piezas de danza. Con un dinamismo controlado, aspiran primero a reproducir la caída en la noche insomne, llena de movimientos, con el tic tac del reloj siempre presente. El conjunto se mueve suelto bajo el movimiento principal de la directora, que, según momentos, es una más del grupo o se distingue de él. En un contexto de danza estilizada, se transita a la profundidad de la noche con sus imágenes oníricas y sus pesadillas. Es el tiempo para los grupos más reducidos, para individualidades o algún paso a dos, como fue el de los reproches, que resultó brillante, o el del espejo oscuro, con su toná y su carcelera. La llegada del alba se hace esperar, pero se recibe con alegría: sonido de castañuelas y un baile grupal por bulerías.
Pero hay más elementos que ayudan a transmitir las sensaciones propias del insomnio. La música, por ejemplo, de las Variaciones Goldberg de Bach, con su ostinato, casa con la inquietud de la primera parte del desvele. El espacio sonoro creado por Pablo Martín Jones (también por Juanfe Pérez) es fundamental en muchos momentos y viene al pelo para las visiones y los espejismos, lo mismo que la toná y la carcelera que se escuchan en otra de las partes. Las músicas, que son grabadas, se suceden como los bailes, con su mismo cambiante carácter.
Hay también un pequeño espacio para la de guitarra, compuesta por Jesús Torres, que, delicada e inspirada, aparece como un respiro. El cante flamenco en directo de Gema Caballero cuenta con apariciones puntuales y comparte homogeneidad con el propio baile. Destacó su soleá y la milonga en dos partes que antecede a la llegada de la mañana. Y, por fin, los textos…Son muchos los que se intercalan a lo largo del espectáculo, destinados a ilustrar y abundar en la materia. Sin embargo, el mismo espacio sonoro o los zapateados impiden en ocasiones que se perciban en su totalidad. Por último, tampoco se puede olvidar el diseño de la iluminación y del vestuario, que refuerzan en todo momento este mensaje nocturno. Fueron, pues, muchos los elementos puestos al servicio de esta obra coral. La integración y la cohesión conseguida entre todos ellos hizo posible su desarrollo fluido.
Rafaela Carrasco. Nocturna. Arquitectura del insomnio
Dirección y coreografía: Rafaela Carrasco. Dramaturgia y Letras: Álvaro Tato Baile: Carmen Angulo, Carmen Coy, Alejandra Gudí, María Carrasco, Julia Gimeno, Cristina Soler, Blanca Lorente, Magdalena Mannion, Rafaela Carrasco. Dirección musical y composición: Pablo Martín Jones / Pablo Suárez. Versiones piezas clásicas: Marta Estal. Músicos (Música grabada). Piano: Marta Estal, Pablo Suárez. Voz en directo. Cante flamenco: Gema Caballero. Espacio sonoro: Pablo Martín Jones. Diseño de iluminación y escenografía. Gloria Montesinos. Diseño espacio sonoro en directo. Ángel Olalla.
Teatro Maestranza. 26 de septiembre de 2022. 20.00 horas