El debut de Juan Diego Botto como director competirá en el festival de cine de Venecia
La película, protagonizada por Penélope Cruz que estrena otro filme en el certamen, se verá en la sección Horizontes. Iñárritu, Guadagnino o Laura Poitras optarán al León de Oro
Para su 90º cumpleaños, el festival de Venecia se ha regalado dos de las películas más esperadas de la temporada. Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, el regreso del mexicano Alejandro G. Iñárritu siete años después de El renacido, y Blonde, la biografía de Marilyn Monroe de Andrew Dominik, con Ana de Armas en la piel del mito, competirán por el León de Oro, que se entrega el próximo 10 de septiembre. Cine...
Para su 90º cumpleaños, el festival de Venecia se ha regalado dos de las películas más esperadas de la temporada. Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, el regreso del mexicano Alejandro G. Iñárritu siete años después de El renacido, y Blonde, la biografía de Marilyn Monroe de Andrew Dominik, con Ana de Armas en la piel del mito, competirán por el León de Oro, que se entrega el próximo 10 de septiembre. Cineastas como el italiano Luca Guadagnino, los estadounidenses Darren Aronofsky y Laura Poitras o el irlandés Martin McDonagh se disputarán el premio principal de la 79ª edición del certamen de cine más antiguo del mundo -entre guerras y protestas, no se celebró en varias ocasiones, de ahí que cumpla nueve décadas-. La Mostra también acoge En los márgenes, el debut detrás de la cámara de Juan Diego Botto, con Luis Tosar y Penélope Cruz (protagonista también de un filme en la competición), en la sección paralela Horizontes, así como un corto con Javier Bardem.
Al parecer, su nueva película le ha cambiado a Iñárritu hasta su forma “de soñar”. Así lo relató Alberto Barbera, director artístico del certamen, en la presentación de este martes. Y definió el filme como “la obra más personal” del creador de Birdman, Amoresperros o 21 gramos. Con el nuevo proyecto de Guadagnino, Bones and All, se mostró aún más tajante: “Es la película más profunda sobre los EE UU marginados realizada por alguien que no sea de allí”. También habrá caníbales, y estrellas como Thimothée Chalamet. Poitras, autora del oscarizado Citizen Four, sobre Edward Snowden, presenta otro documental, All the Beauty and the Bloodshed, centrado en la fotógrafa Nan Goldin y la Nueva York underground de los setenta y ochenta. Y McDonagh, que justo en Venecia dio comienzo a la aplaudida carrera de Tres anuncios en las afueras, presenta The Banshees of Inisherin, algo así como una obra de Samuel Beckett en salsa irlandesa, según Barbera. The Whale, de Aronofsky, también se basa en el teatro, tanto en su texto como en su filmación: he aquí un largo realizado en pleno aislamiento por el covid, todo en una misma habitación.
La presentación de la programación ofreció algunas constantes de los últimos años: algún director de renombre, varios divos (estarán, entre otros, Sigourney Weaver, Monica Bellucci, Adam Driver, Colin Farrell, Ricardo Darín o Hugh Jackman), estudios como Netflix o Warner, unas cuantas apuestas por autores menos conocidos, dos series y rarezas como un wéstern kazajo o un documental sobre un peculiar rapero ugandés que se hizo diputado para combatir la dictadura de su país. Barbera quiso dedicar sus primeras palabras a la invasión que sufre Ucrania “a manos del imperialismo de Putin”, que mostrará también el documental Freedom on Fire, de Evgeny Afineevsky, fuera de concurso; la pena de cárcel que afrontan tres cineastas iraníes (el más conocido, Jafar Panahi, compite en el festival desde la prisión con su nuevo filme, No Bears); y a la productora turca Çiğdem Mater, condenada junto con la cineasta Mine Özerden y otras cinco personas “por planear un documental, que nunca se realizó”, sobre las protestas del Parque Gezi, en 2013, en Estambul.
Penélope Cruz repite doblete
Menos firme, una vez más, se revela el compromiso del festival con las creadoras: hace cuatro años que Venecia firmó un manifiesto, junto con otros grandes certámenes, donde prometía buscar la igualdad a base de compartir más información y a ser transparentes sobre su proceso de selección. Pero el resultado apenas cambia: este año, cinco directoras de entre 22 filmes en la competición principal. La italiana Susanna Nicchiarelli filma en Chiara un perfil de Santa Clara; Saint Omer, ópera prima de la francesa Alice Diop, narra el duro proceso de una madre que pone fin a la vida de su hija; su connacional Rebecca Zlotowksi novela en la pantalla con Les Enfants des Autres su atormentada relación con el cineasta Jacques Audiard; y The Eternal Daughter, de la británica Joanna Hogg, evoca al “cine inglés de fantasmas”, en palabras de Barbera.
El año pasado, Penélope Cruz protagonizaba hasta dos filmes en competición. Y se llevó la Copa Volpi a la mejor actriz por Madres paralelas, de Pedro Almodóvar. La intérprete repite doblete: al debut de Juan Diego Botto suma L’immensità, de Emanuele Crialese, historia de una pareja en crisis en la Roma de los setenta, en competición oficial. Completan la lista de aspirantes al León de Oro el filme de inauguración del 31 de agosto, White Noise, del celebrado director y guionista estadounidense Noah Baumbach; Tár, de su connacional Todd Field, donde Cate Blanchett encarna a una directora de orquesta entre notas y romances; Argentina, 1985, nuevo buceo fílmico en la política de Santiago Mitre, sobre el traumático proceso a la junta militar; Beyond the Wall, del iraní Vahid Jalilvand, sobre los conflictos que sacuden a su país; The Son, nuevo salto del teatro al cine del francés Florian Zeller, tras la aclamada El padre; Athena, del francés Romain Gavras (hijo de Costa), que muestra la revuelta social en una periferia parisina a raíz de un homicidio por parte de la policía; mismo país y planteamiento muy distinto con Our Ties, donde Roschdy Zem ofrece “la primera película francesa sobre una familia magrebí burguesa”, según Barbera; la familiar Love Life, del japonés Koji Fukada; el enésimo trabajo del incansable Frederick Wiseman, que a sus 92 años se muestra aún capaz de sorprender: por una vez, no presenta un documental larguísimo, sino A couple, un filme de apenas una hora sobre la correspondencia entre el escritor Lev Tolstoi y su mujer, Sof’ja Tolstaja. La habitual presencia italiana en el certamen se ve reforzada por el veterano Gianni Amelio, que narra en Il signore delle formiche el célebre caso Braibanti, que revolucionó el plagio en su país; y Monica, de Andrea Pallaoro.
Habrá exposiciones, la entrega de los Leones de Oro a la carrera para Paul Schrader y Catherine Deneuve, el regreso presencial de secciones paralelas como Venezia Classici o el apartado dedicado a la realidad virtual y podrá verse Call of God, la película póstuma del coreano Kim Ki-Duk, fallecido por coronavirus. Olivia Wilde presentará su esperada Don’t Worry Darling, con ecos de El show de Truman, y Gianfranco Rosi desvelará cómo encaja su extraña mirada de documentalista con un filme por encargo centrado en los viajes del Papa. Entre tal marea de largos, por una vez, Barbera quiso hacer una mención especial a varios cortometrajes “extraordinarios”: citó Camarera de piso, de la argentina Lucrecia Martel. Y Look at Me, de la británica Sally Potter, protagonizado por Javier Bardem y Chris Rock. Barbera nada dijo del célebre actor español, pero sí subrayó que es probable que el cómico e intérprete estadounidense acuda a la proyección de gala. Cosas de la vida, de la fama. Y de cómo cambian cuando te pega un bofetón Will Smith.