Descubierto un autorretrato de Van Gogh oculto en la parte de atrás de un lienzo fechado en 1885

El artista solía aprovechar todos los materiales cuando le faltaba dinero y su rostro ha aparecido ahora gracias a los Rayos X aplicados a una obra conservada en la Galería Nacional de Escocia

La conservadora Lesley Stevenson sujeta el 'Retrato de una campesina con cofia blanca' junto a una imagen captada con rayos x del autorretrato oculto de Van Gogh.Neil Hanna (AP)

Vincent van Gogh ( (Zundert, Países Bajos, 1853- Auvers-sur-Oise, Francia, 1890) pintaba con frenesí y sobre cualquier material que tuviera mano. Cuando le faltaba dinero para comprar lienzos, o mientras esperaba a que llegara el suministro enviado por su hermano, Theo, era capaz de aprovechar hasta manteles y trapos de cocina. También se servía de obras ya terminadas, y este es justo el caso del recién descubierto ...

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Vincent van Gogh ( (Zundert, Países Bajos, 1853- Auvers-sur-Oise, Francia, 1890) pintaba con frenesí y sobre cualquier material que tuviera mano. Cuando le faltaba dinero para comprar lienzos, o mientras esperaba a que llegara el suministro enviado por su hermano, Theo, era capaz de aprovechar hasta manteles y trapos de cocina. También se servía de obras ya terminadas, y este es justo el caso del recién descubierto Retrato de una campesina con cofia blanca (1885). Por delante, aparece la joven, retratada al óleo. Dos años después, Van Gogh pintó en la parte de atrás un autorretrato que ha permanecido oculto hasta ahora. Estaba tapado bajo una espesa capa de cola y cartón, pero un examen con rayos X efectuado por los expertos de la Galería Nacional de Escocia, que lo tienen en su colección desde 1960, ha permitido descubrirlo.

El hallazgo se ha producido de manera fortuita, durante los trabajos de investigación del cuadro de la campesina para una exposición titulada A Taste for Impressionism (El gusto por el Impresionismo). Dada la situación, se mostrará junto a las imágenes captadas en rayos X para que pueda verse también el autorretrato. Una vez cerrada la muestra, los restauradores del museo tratarán de recuperar el rostro del pintor, pero sin prisas. Frances Fowle, conservadora de la sala escocesa —abierta en Edimburgo— ha declarado a la prensa británica que dicho proceso “debe hacerse con mucho cuidado y no queremos apresurarnos”.

Desde Ámsterdam, donde se encuentra el museo que lleva el nombre del artista, su colega Louis van Tilborgh, no tiene dudas sobre la autenticidad del autorretrato. Como investigador veterano y especialista en la obra de su compatriota, señala al teléfono que “encaja en una especie de serie, porque Van Gogh tiene al menos ocho cuadros en los que se pintó a sí mismo por detrás del lienzo”. El artista preparaba a fondo las telas antes de trabajar, “de modo que podía pintar por detrás, lo cual les aporta un valor añadido. Desde el punto de vista del arte y de las emociones, claro. Cuadros como este, encontrado en Escocia, pertenecen a colecciones públicas, así que no me corresponde hablar de valor monetario”.

En el museo escocés calculan que las capas de cola y el cartón se pusieron en el cuadro hacia 1905. La obra se estaba preparando para una exhibición en el museo Stedelijk, de la propia capital holandesa, y debió considerarse más interesante la cara de la campesina —completa— que un autorretrato que parece inacabado. Según los datos aportados por el museo de Edimburgo, el cuadro de la campesina fue adquirido en 1923 por Evelyn Saint Croix Fleming, la madre de Ian, el autor de los libros del espía James Bond. En 1960, llegó al museo.

La joven modelo del cuadro de Van Gogh pudo haber sido Gordina de Groot, apodada Sien, que ya aparece entre los comensales de la tela Familia comiendo patatas, también de 1885. En 1887, la fecha atribuida en estos momentos al autorretrato oculto, Van Gogh entró en contacto con el trabajo de impresionistas como Émile Bernard o Paul Gauguin. El uso del color cambió a partir de entonces, y la luz inundó su paleta.

Su devoción al arte y a su profesión dotaban de una particular intensidad a sus obras. Una exaltación que, unida a sus problemas mentales y de salud, acabaron por conducirle hasta el sanatorio de Saint-Rémy de Provence, en el sureste de Francia. Era el año 1889 y llegó allí desde Arlés, donde se había cortado una oreja en un episodio de psicosis. Como tenía miedo a recaer, entró en el hospital por voluntad propia. A pesar de sus problemas, fue una etapa prolífica. Sin embargo, solo un año después se trasladó a Auvers-sur-Oise, una localidad cercana a París, donde acabó disparándose un tiro en el pecho.

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