José Andrëa, excantante de Mägo de Oz, supera la grave operación: “Estoy aquí, sí”
El músico, que se sometía a una cirugía con “el 70% de posibilidades” de salir mal, confía en volver a cantar pronto
“Estoy aquí, sí, más para allá que para acá, pero estoy aquí”. La voz de José Andrëa suena gangosa por los efectos de la anestesia a través del teléfono móvil. Ha despertado solo hace unos minutos. Continúa: “Ha sido una operación larga, pero estoy bien. Acabo de ver el móvil y lo tengo petado de mensajes... Ya lo veré mañana porque ahora no sé ni lo que digo. Solo quiero decir que muchísimas gracias a toda la gente que me ha apoyado”. El excantante de Mägo de Oz y actualmente como ...
“Estoy aquí, sí, más para allá que para acá, pero estoy aquí”. La voz de José Andrëa suena gangosa por los efectos de la anestesia a través del teléfono móvil. Ha despertado solo hace unos minutos. Continúa: “Ha sido una operación larga, pero estoy bien. Acabo de ver el móvil y lo tengo petado de mensajes... Ya lo veré mañana porque ahora no sé ni lo que digo. Solo quiero decir que muchísimas gracias a toda la gente que me ha apoyado”. El excantante de Mägo de Oz y actualmente como José Andrëa y Uróboros había ingresado a las ocho de la mañana en un hospital de Madrid para someterse a una operación en la que le habían anunciado que tenía “un 70% de posibilidades de salir mal”. “¿Qué significa salir mal?”, preguntó el músico. “Que se quede en el quirófano. Lo siento”, le respondieron. También le recomendaron “que dejase arregladas sus cosas legales, por si acaso”.
Andrëa y los cirujanos se han agarrado a ese 30% de esperanza y todo ha salido bien. La operación consistía en extirpar dos eventraciones (hernias) graves en el estómago. Una cirugía complicada que tenía un pronóstico tan grave por los antecedentes del paciente. En 2013 le afectó una pancreatitis necrosante. Le quitaron parte del intestino grueso, la vesícula y tres cuartas partes del páncreas. La de hoy ha sido la octava operación desde entonces.
Durante toda la jornada, Sarah Ayuso, la pareja del cantante, ha estado en la puerta del hospital pegada al teléfono móvil. El protocolo covid no le ha permitido el acceso al centro. “A las doce de la mañana me han llamado por primera vez para decirme que todo iba bien, pero que le habían detectado más hernias y se iba a largar”, cuenta Ayuso. Ya por la tarde le informaron de que había sido una operación complicada y que preferían esperar a que despertara el paciente. A las 17.30 por fin comunicaron con ella para informar de que se había despertado y que estaba en buen estado. “Estamos todos muy felices”, señala aliviada. El cantante debe permanecer unos días en el hospital. Este jueves, cuando pase la cirujana a verlo, conocerán más datos. La operación debió realizarse el 9 de septiembre, pero en la prueba previa el músico dio positivo en covid y se tuvo que retrasar a hoy miércoles 22 de septiembre.
Todo comenzó a las siete de la mañana, cuando el músico publicó una imagen de él en el hospital y un mensaje: “Alea jacta est” (La suerte está echada). En seguida su cuenta se llenó de mensajes de ánimo: “Fuerza, José”, “tú puedes con todo”, “todo irá bien, José” o “con todo, José, vamos cabrón”. Comentarios de España y también de México, Ecuador, Chile o Argentina.
Los días previos a la intervención Andrëa los pasó arreglando papeles y “haciendo testamento”. Siempre en compañía de sus dos hijos, su madre y su pareja. Y limando asperezas con algunos de los miembros de Mägo de Oz, grupo donde empezó en 1994 y del que salió en 2011 después de unos desencuentros que han durado todos estos años. También grabó algunos temas del su nuevo trabajo con Uróboros. “Ahora estoy registrando todas las voces. Y los músicos ya meterán sus partes. Si todo sale bien volveré a regrabarlas después de recuperarme, porque está quedando un poco frío ya que no puedo escuchar los instrumentos para sentirlo mejor, que es como mola grabar un disco: primero las guitarras, batería, etcétera, y luego, con el sonido cañón de la banda, pones la voz. Pero lo estoy haciendo así. Que luego salgo, pues ya con todo el sonido lo vuelvo a grabar”, contó a este periódico el 5 de septiembre. Esa será una de sus primeras misiones cuando se recupere.
Aquel día, se despidió así de este periodista: “El día 10, con el pedo de la anestesia, te llamo. Nos vemos pronto”. Hoy ha dicho, sonriendo: “He cumplido mi palabra: te he llamado con el pedo”.