Fallece Antonio Fernández Casado, expresidente del Club Cocherito y un innovador de la hotelería
Prolífico escritor taurino y exnovillero, destacó por su defensa de la fiesta desde la cultura
El pasado viernes falleció en Madrid Antonio Fernández Casado, (Esguevillas de Esgueva, Valladolid, 1950), expresidente del Club Cocherito de Bilbao, escritor taurino, exnovillero y un innovador de la hotelería española.
Fernández Casado desarrolló una exitosa carrera profesional en la dirección de hoteles, donde marcó una línea innovadora de la que han bebido todas las cadenas emblemáticas de España. Su pasión siempre fueron los toros, afición en la que deja un extenso legado con numerosos libros escritos y otros tantos e...
El pasado viernes falleció en Madrid Antonio Fernández Casado, (Esguevillas de Esgueva, Valladolid, 1950), expresidente del Club Cocherito de Bilbao, escritor taurino, exnovillero y un innovador de la hotelería española.
Fernández Casado desarrolló una exitosa carrera profesional en la dirección de hoteles, donde marcó una línea innovadora de la que han bebido todas las cadenas emblemáticas de España. Su pasión siempre fueron los toros, afición en la que deja un extenso legado con numerosos libros escritos y otros tantos editados en una labor de mecenazgo digna de admiración.
A pesar de su nacimiento castellano, su infancia transcurrió en la localidad vizcaína de Santurce; allí presenció sus primeros festejos en una plaza portátil donde vio a diestros como Antonio Ordóñez. A mediados de los años sesenta, adoptó el seudónimo de Antonio de Monterrey para anunciarse como novillero, apodo procedente de sus inicios en la hostelería como camarero de la tradicional cafetería bilbaína Monterrey.
Su primer paseíllo fue en el curioso coso vizcaíno del Puerto Viejo de Algorta el 31 de julio de 1966, y su debut de luces llegó el 11 de junio de 1967 en Castro Urdiales. Después, encadenó cinco años de novilladas en diferentes localidades del norte, La Rioja y Salamanca. La más importante, en Bilbao en la presentación de El Niño de la Capea en 1968.
Tras su retirada en 1971, comenzó una brillante carrera en el Hotel Ercilla, desde el que marcó una línea innovadora de la mano de su mentor Lázaro Anasagasti, en compañía de Agustín Martínez Bueno. El hotel se convirtió en el referente de la vida cultural del Bilbao de los años setenta y ochenta y pieza fundamental en el nacimiento de la Aste Nagusia -la Semana Grande- bilbaína. Graduado en Dirección de Empresas en la Universidad de Deusto, su innovación en el Ercilla tuvo continuidad en la cadena Tryp y, posteriormente, con la fundación de la cadena Hi-Tech.
Su pasión por los toros nunca decayó y dirigió con un activismo destacable el Club Cocherito de Bilbao durante cuatro años (2014-2018), en los que apostó por la dimensión cultural de la tauromaquia y la reivindicación del toro como eje de la fiesta.
Hace apenas unas semanas, publicó la reedición actualizada de Toreros de Hierro, un completo diccionario de toreros vizcaínos. La última de una extensa labor como escritor taurino con más de una docena de títulos de investigación, entre los que destaca Garapullos por Máuseres, una historia taurina en la Guerra Civil, o las obras incluidas en la Colección Tauromaquia Vasca perteneciente a la editorial La Cátedra, que él mismo dirigía con singular ilusión y en dónde recuperó numerosos textos taurinos de gran interés.
También transmitió sus conocimientos de gestión hostelera en el Manual práctico de dirección de hoteles, marketing y ventas online del siglo XXI y realizó compendios de investigación en otras obras como Grand Hotel de París Apple Store o la guía Hospitales de Sangre o Cuarteles sobre los hoteles en la Guerra Civil.
En cualquiera de sus facetas, siempre destacó por cuidar las relaciones personales, en las que era un maestro, con amistades en todos los ámbitos: la comunicación, la política, la economía, los toros… Siempre estaba pendiente para recibir a sus amigos en su último proyecto, el madrileño Hotel Serrano Recoletos.
Se le recordará con cariño por su carácter afable y se le echará de menos en sus habituales visitas a la Biblioteca Nacional, a las librerías de viejo, como la madrileña Librería Rodríguez. Con el fallecimiento de Antonio Fernández Casado se marcha un anfitrión en la capital para los vascos, una auténtica enciclopedia taurina y un ferviente defensor de la fiesta, con el toro como bandera y la cultura como base, todo un sello de un bilbaíno afincado en Madrid.