El día en que ETA puso en jaque al régimen franquista
El historiador Antonio Rivera analiza junto a los periodistas Luis R. Aizpeolea y Àngels Barceló el atentado contra Carrero Blanco
El asesinato de Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno español, marcó un punto de inflexión en la banda terrorista ETA. El historiador Antonio Rivera, autor del libro 20 de diciembre de 1973, El día que ETA puso en jaque al régimen franquista, analizó este episodio junto al periodista Luis R. Aizpeolea, especializado en el grupo criminal, en ...
El asesinato de Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno español, marcó un punto de inflexión en la banda terrorista ETA. El historiador Antonio Rivera, autor del libro 20 de diciembre de 1973, El día que ETA puso en jaque al régimen franquista, analizó este episodio junto al periodista Luis R. Aizpeolea, especializado en el grupo criminal, en un encuentro moderado por la periodista Àngels Barceló y que se integra dentro del ciclo La España del siglo XX en 7 días, exclusivo para suscriptores de EL PAÍS.
La conocida como Operación Ogro acabó con la vida de Carrero Blanco. Rivera evidenció lo paradójico del episodio: asesinar al presidente de un Gobierno que mantiene un estado policial, junto a la embajada de Estados Unidos, justo después de la visita del ex secretario de Estado de este país, Henry Kissinger. El experto en historia contemporánea señaló además la confluencia de una serie de errores por parte de los jóvenes activistas que hacen todavía más “increíble” que el atentado llegase a perpetrarse.
“Esa fe revolucionaria es incompresible fuera de los 70”, añadió Rivera, haciendo referencia a la juventud (eran veinteañeros) de los integrantes del comando Txikiam que perpetró el atentado. Aizpeolea contextualizó “la osadía” de los terroristas. “Hay una efervescencia revolucionaria fruto de la represión de la época”, describió aludiendo a la politización de la Universidad, de donde salen muchos de los líderes etarras, los continuados Estados de Excepción y huelgas.
El asesinato de Carrero Blanco supone un segundo hito épico para ETA, siendo el primero el proceso de Burgos, en el que la presión social consiguió revocar las penas de muertes a las que fueron condenados varios miembros de la banda por el asesinato de tres personas. El tercero serán las ejecuciones de 1975, las últimas del franquismo, sobre miembros de la ETA. “Eso carga extraordinariamente el potencial de simpatías que podía presentar la organización, pero, a la vez, el atentado sobre Carrero impone el eje de la violencia como el alfa y omega de toda su actuación”, explicó el historiador, aludiendo a que dio carpetazo a los debates internos de la organización sobre las diferentes vías de acción.
El atentado deja al régimen franquismo descabezado. Franco estaba demasiado enfermo y Carrero Blanco no había dejado un equipo sucesor. Lo que ocurre en el tiempo que transcurre desde el franquismo a la Transición el historiador lo define como “la nada”. Rivera considera que el periodo de Carlos Arias Navarro al frente del Gobierno, propuesto “el lobby del Pardo”, es “un tiempo muerto” para España, de ahí que se niegue a situar el inicio de la Transición a este atentado. “Sí está claro que es el punto final de franquismo, pero en absoluto el inicio de la democracia, que es el arranque de la reforma con Alfonso Suárez”.
La próxima charla de este ciclo tendrá como eje el libro 18 de julio de 1936, el día que empezó la Guerra Civil, de la experta en historia y política Pilar Mera. Contará con la participación del también historiador Miguel Martorell y de la periodista de Cadena Ser Pepa Bueno.