El Teatro Real retoma sus funciones con más distancia entre espectadores

La primera representación después de la suspensión del pasado domingo se desarrolla sin incidentes

Vista de los pisos superiores del Teatro Real durante la función de este miércoles.Javier del Real

Un cálido aplauso ha recibido al maestro Nicola Luisotti cuando ha entrado al foso del Teatro Real de Madrid para dirigir a la orquesta durante la función de Un ballo in maschera programada este miércoles, la primera desde que tuvo que suspenderse la del domingo pasado debido a las protestas de una parte del público por la falta de separación entre espectadores. La normativa de la Comunidad de Madrid no obliga a deajr buta...

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Un cálido aplauso ha recibido al maestro Nicola Luisotti cuando ha entrado al foso del Teatro Real de Madrid para dirigir a la orquesta durante la función de Un ballo in maschera programada este miércoles, la primera desde que tuvo que suspenderse la del domingo pasado debido a las protestas de una parte del público por la falta de separación entre espectadores. La normativa de la Comunidad de Madrid no obliga a deajr butacas libres entre esoectadores que no acuden al espectáculo juntos, solo establece el uso de mascarilla y fija un tope de ocupación del 75%, un protocolo que el coliseo cumplió, sin prever que algunas personas podrían sentirse incómodas estando ocupados los asientos contiguos, cosa que ocurrió en todas las áreas de la sala pero especialmente en los pisos superiores, que son más baratos y fueron más demandados ese día. En cambio, en el estreno estuvo más llena la zona más cara.

Tras el incidente, la dirección del teatro decidió reorganizar la distribución del aforo para garantizar butacas de separación en todas las zonas del teatro por igual, estableciendo un tope del 65% de ocupación en todas ellas. El equipo del coliseo ha llamado uno por uno a todos los espectadores susceptibles de ocupar butacas contiguas y les ha ofrecido la posibilidad de reubicarse o recuperar el dinero de su entrada. El resultado es que en la función de este miércoles, que ha registrado un 45,6% de ocupación, había asientos clausurados en todas las áreas.

El público que acudió este miércoles no dio muestras en ningún momento de intranquilidad. “No me he planteado cancelar mi entrada. Vengo con la misma confianza con la que me subo a cualquier transporte público, donde tampoco es obligatorio que haya asientos de separación. Es el mismo caso”, comentaba a este diario una espectadora. Dentro, en la zona llamada paraíso, que ocupa los pisos más altos, se respiraba la misma calma.

La dirección del teatro aún está evaluando si el incidente del domingo ha provocado cancelaciones de abonos o devoluciones de entradas. El director general, Ignacio García-Belenguer, aseguró el lunes en una comparecencia que no se estaban registrando cancelaciones masivas de abonos.

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