El filósofo del Carnaval de Cádiz ya tiene sus memorias audiovisuales
El documental al comparsista Juan Carlos Aragón, fallecido en 2019 con 51 años, se estrena en 25 ciudades
El filósofo libre y ácido al que el Carnaval de Cádiz le concedió los merecidos galones de Capitán Veneno en los 80 no era más que un chaval “normal que había suspendido Filosofía”. Así recuerda el profesor Jose María Vinardell al comparsista Juan Carlos Aragón, cuando solo era ese adolescente que se presentó en un instituto público, rebotado del colegio de los Salesianos. Ya entonces, al maestro le sorprendió la soltura con la que ese chico se expresaba, hasta para salir airoso de lo que no sabía. Aragón ya apuntab...
El filósofo libre y ácido al que el Carnaval de Cádiz le concedió los merecidos galones de Capitán Veneno en los 80 no era más que un chaval “normal que había suspendido Filosofía”. Así recuerda el profesor Jose María Vinardell al comparsista Juan Carlos Aragón, cuando solo era ese adolescente que se presentó en un instituto público, rebotado del colegio de los Salesianos. Ya entonces, al maestro le sorprendió la soltura con la que ese chico se expresaba, hasta para salir airoso de lo que no sabía. Aragón ya apuntaba maneras, décadas antes de ser uno de los más afamados autores del Carnaval que se convirtió en leyenda del Carnaval con su muerte a los 51 años el 18 mayo de 2019.
La anécdota de ese Aragón adolescente y desconocido es una de las muchas que atesora Palabra de Capitán, un documental dedicado al poeta, escritor y autor del Carnaval que este jueves se estrena en salas de 25 ciudades españolas. En 90 minutos, la cinta desarrolla, casi como si de unas memorias audiovisuales se tratara, la vida y obra del artista. El relato, entre lo personal y lo creativo, permite comprender el extraordinario valor de un comparsista que fue capaz de unir “la literatura culta con la popular”, como recuerda Nacho Sacaluga, periodista y director del documental.
Sacaluga produjo su creación en el verano del pasado año, aún noqueado por la prematura muerte de Aragón tras una larga enfermedad. “En 2009 hice un documental sobre el Carnaval de Cádiz —Febrero. Cuando la vida es carnaval—. De entonces tenía una entrevista con Aragón de 50 minutos de la que solo use dos minutos. Cuando murió, revisé el material y pensé que era necesario hacer algo”, rememora el director. El resultado es la construcción de un semblante al que contribuyen su viuda, Luisa Tejonero, y su padre, Juan Aragón, acompañados de un elenco tan diverso que va del chirigotero José Luis García Cossío Selu y el comparsista Antonio Martínez Ares al politólogo Pablo Simón o los artistas Manuel Carrasco, Vanessa Martín, India Martínez, Javier Ruibal o David de María.
No es fácil reconstruir la genialidad de quien fuese autor de más de 40 comparsas y chirigotas, letras convertidas ya en himnos oficiosos de la fiesta —como el célebre estribillo “y menos trabajo y más Carnaval”—, cinco libros publicados y diversos artículos de opinión. El propio Aragón contribuye a la tarea con fragmentos de esa entrevista grabada en 2008 en la que hace gala de ese carácter “ácido y anarcoide” —como le define Ruibal—. El autor define sin paños calientes a Cádiz como una ciudad “culturalmente estrecha” y al gaditano como un ser “apático” que no lucha y reivindica como debiera. También reparte a sus compañeros autores: “En el Carnaval se dan muchos golpes en el pecho. No somos coherentes con lo que cantamos”.
Artistas como Manuel Carrasco, Vanessa Martín, India Martínez, Javier Ruibal o David de María le declaran su admiración en el documental
Profesor de filosofía de profesión, él mismo no escondía que esa formación le permitió encontrar vínculos con el Carnaval, que no deja de ser “la interpretación de la realidad”. Esa simbiosis era la que le permitía crear una obra poliédrica y canalla. “Era un canario en la mina. Es capaz de oler el clima social (…). Con esa letra te está diciendo ’rebélate”, asegura Pablo Simón. Y así es como Aragón fue capaz de dejar tras de sí una creación cultural tan extensa y reivindicativa —ausente de complacencia tanto a izquierda como a derecha— que se convertía en memoria colectiva después de cada mes de febrero.
Con su muerte y su sentido funeral en el Teatro Falla al que tantas veces acudió con su comparsa, su obra se convirtió en una leyenda viva. Tanto que Sacaluga no se esperaba la respuesta que iba a obtener su documental, que ya ha vendido más de 2.500 entradas de forma anticipada en plena era covid. Eso ha hecho que la única copia para la distribución en cines se haya quedado corta para hacer llegar su creación —producida por Benson Señora— a lugares como Andalucía —donde se podrá visualizar en todas las provincias—, Madrid y ciudades la Comunidad Valenciana, Extremadura, Cataluña y Canarias. “Sabíamos que era un personaje admirado y querido, pero no podíamos imaginar que tanto”, tercia el director con orgullo.