El barco humanitario financiado por Banksy realiza su primer rescate en el Mediterráneo

El Louise Michel, un barco humanitario financiado por el artista callejero británico Banksy, ha rescatado a 89 migrantes en el Mediterráneo central, en su primera misión de salvamento, concluida el pasado jueves. La nave, decorada con un dibujo del propio artista en el que una niña con un chaleco salvavidas sostiene una boya de seguridad en forma de corazón, espera al sur de Lampedusa (Italia) a que se le asigne un puerto seguro en el que dese...

El Louise Michel, un barco humanitario financiado por el artista callejero británico Banksy, ha rescatado a 89 migrantes en el Mediterráneo central, en su primera misión de salvamento, concluida el pasado jueves. La nave, decorada con un dibujo del propio artista en el que una niña con un chaleco salvavidas sostiene una boya de seguridad en forma de corazón, espera al sur de Lampedusa (Italia) a que se le asigne un puerto seguro en el que desembarcar a los náufragos, entre ellos cuatro niños. La financiación del artista no fue revelada hasta que terminó el rescate.

El barco, de 30 metros de eslora, zarpó el pasado día 18 desde el puerto español de Burriana (Castellón) y lo hizo en secreto, del mismo modo que llevó a cabo los preparativos anteriores, para evitar que las autoridades europeas pudieran entorpecer la misión. La nave lleva ese nombre en honor de una anarquista feminista francesa del siglo XIX. La tripulación está formada por activistas europeos con larga experiencia en operaciones de búsqueda y rescate que ya han participado en otras misiones en el Mediterráneo.

Todos tienen procedencias diversas, pero se identifican como activistas antirracistas y antifascistas que abogan por un cambio político radical. Además, subrayan que es un proyecto feminista, por lo que han decidido que solo las mujeres del equipo puedan hablar en nombre del Louise Michel. La organización ha declinado realizar comentarios a EL PAÍS alegando que la prioridad actual es concentrarse en el barco y encontrar un puerto seguro.

El buque, que anteriormente fue propiedad de las autoridades aduaneras francesas, navega ahora bajo bandera alemana. Es más pequeño, pero considerablemente más rápido que otros barcos de rescate de ONG, según la organización.

El diario británico The Guardian, que reveló la noticia de este proyecto, señala que la idea comenzó a fraguarse en 2019, cuando Banksy contactó con Pia Klemp, una conocida activista que ha capitaneado varios barcos de ONG y ha rescatado a miles de personas. “Hola Pia, he leído tu historia en los periódicos. Y suena fantástica. Soy un artista del Reino Unido y he trabajado un poco sobre la crisis migratoria, obviamente no puedo quedarme con el dinero. ¿Podrías usarlo para comprar un barco nuevo o algo así? Por favor, házmelo saber”, le escribió el grafitero.

Klemp aseguró al diario británico que al principio pensó que se trataba de una broma y que, en cualquier caso, cree que Banksy la eligió por su postura política. “No veo el rescate marítimo como una acción humanitaria, sino como parte de una lucha antifascista”, aseguró a The Guardian. También especificó que la participación del enigmático artista callejero, que mantiene en secreto su identidad, se limita a brindar apoyo financiero. “Banksy no va a fingir que sabe más que nosotros sobre cómo dirigir un barco y nosotros no pretenderemos ser artistas”, apuntó la activista alemana.

Con una velocidad máxima de 27 nudos (50 kilómetros por hora), el Louise Michel podría “con suerte dejar atrás a los llamados guardacostas libios antes de que estos alcancen los barcos cargados de migrantes y refugiados y los lleven de vuelta a los campos de detención” del país norteafricano, como señaló Klemp.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), hasta el momento más de 7.000 migrantes que intentaban llegar a Europa han sido interceptados por la Guardia Costera libia y devueltos a ese país, convertido en un Estado fallido en el que se han documentado todo tipo de violencia y torturas a los inmigrantes.

Además, en lo que va de año han muerto al menos 500 migrantes en la peligrosa ruta del Mediterráneo, según el recuento de Naciones Unidas, aunque se estima que la cifra real sea notablemente más elevada.