El contenido censurado de la correspondencia entre María Antonieta y su amante sale a la luz

Una investigación descifra con rayos X la escritura tachada en las cartas entre la reina y el conde de Fersen gracias a los compuestos metálicos de la tinta

Fragmento de una carta de María Antonieta al conde de Fersen del 19 de octubre de 1791 antes y después del tratamiento llevado a cabo por los investigadores.Archivos Nacionales de Francia

En 1791, la Revolución Francesa avanzaba y María Antonieta de Austria estaba ya encerrada tramando cómo salir de esa. Dos años después, un 16 de octubre de 1793, le cortaron la cabeza. Durante su estancia en prisión, la reina consorte de Francia no dejó el papel y la tinta. Se dedicó en cuerpo y alma a mandar cartas a su amante, el conde sueco Hans Axel de Fersen, que le devolvía su pasión con la misma in...

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En 1791, la Revolución Francesa avanzaba y María Antonieta de Austria estaba ya encerrada tramando cómo salir de esa. Dos años después, un 16 de octubre de 1793, le cortaron la cabeza. Durante su estancia en prisión, la reina consorte de Francia no dejó el papel y la tinta. Se dedicó en cuerpo y alma a mandar cartas a su amante, el conde sueco Hans Axel de Fersen, que le devolvía su pasión con la misma intensidad. Más de 50 cartas de esta correspondencia secreta de pocos meses están conservadas en los Archivos Nacionales de Francia. Muchos de estos documentos, que según Isabelle Aristide, experta en paleografía de la institución, “son muy preciados”, no se pueden leer a simple vista. Unas 108 líneas del contenido epistolar están tachadas voluntariamente mediante un trazado opaco de bucles que impide la lectura y buscaba evitar que un día salieran a la luz.

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Sin embargo, más de dos siglos después, ese día llegó. Una tecnología no invasiva, la espectroscopia fluorescente de rayos X, ha conseguido desvelar parte de lo que yace ahí debajo. El proyecto REX, financiado por la Fundación de las Ciencias del Patrimonio de Francia (FSP) y en colaboración con el Centro de Investigación de la Conservación (CRC) y el laboratorio de Dinámicas Patrimoniales y Culturales (DYPAC), empezó en 2014. Los investigadores consiguieron leer una primera carta, del 4 de enero de 1792, cuyo principal mensaje que sacaron fue el siguiente: “Puedo decirle que le quiero”.

María Antonieta retratada por la pintora Marie Louise Élisabeth Vigée-Lebrun.

El equipo quiso ir más allá y, para ello, mejoró su equipamiento, ya que el resto de los textos era más complejo. Tras casi 100 días de análisis, pudieron cartografiar el contenido tachado de ocho misivas de las 15 censuradas disponibles. “Usted que amo y adoraré toda mi vida” o “Vivo y existo solo para quererle” son algunas de las frases que han aparecido.

La complejidad de la tinta

La clave fue seguir la pista de los elementos metálicos como el cobre, el hierro y el cinc presentes en la tinta escondida y no en la sustancia que permitió tacharla. En esa época la tinta utilizada estaba hecha de nueces de agalla —parásito que se pega a las hojas de roble— mezcladas con sulfato de hierro, que dan la textura y una coloración negra o marrón. Anne Michelin, una de las investigadoras del equipo del CRC, asegura que se encuentran varios obstáculos a la hora de trabajar con este material tan frágil. “Si no están bien conservadas las cartas, se puede agujerear el papel o bien los compuestos se diluyen afectando a parte del trazado. No lo podemos tener todo”, comenta.

En ciertos casos, la tinta que sirvió para escribir también se usó para borrar. “Ahí es completamente imposible distinguir”, explica Michelin. Esto ocurrió sobre todo con las cartas escritas por Fersen, principal sospechoso de suprimir dicho contenido. La otra hipótesis es que fue su sobrino lejano quien no quiso salpicar más la reputación de su familia, pues el amante de María Antonieta no estaba bien visto. “Su vida terminó muy mal: fue asesinado por los suecos con gran brutalidad [en 1810]. Le tiraron de su caballo y le destrozaron en el suelo”, relata Annie Duprat, profesora emérita de la Universidad de Versailles Saint-Quentin-en-Yvelines. “La ciencia es fantástica, pero quedan cosas sin resolver. ¿Por qué manos pasaron estas cartas y en qué momento? El objeto material es esencial. No solo se tiene que ver y leer, sino también analizar al estilo de una investigación policial”, opina la historiadora.

Hay otro detalle relevante que puede perturbar el análisis: ¿quién es realmente el autor de las misivas? Los amantes se mandaban muchas cartas cifradas, por lo tanto, el destinatario —o su secretario— tenía que transcribirlas y, además, las tintas iban cambiando.

Una escritura elegante

Una vez desvelada la escritura antigua, el equipo recurrió a ojos expertos que supieran leerla. Isabelle Aristide, que lleva 20 años trabajando en los Archivos Nacionales de Francia, asegura que la caligrafía de María Antonieta es fácil de interpretar y elegante. “Tenía una escritura personal, las letras están bien dibujadas. También se nota que pensaba en francés y que su contenido está muy reflexionado. Muestra madurez”, explica. Aristide reconoce que hay algunas faltas de ortografía, pero nada en comparación con las que hacían las otras mujeres de la nobleza. “Ellas muestran una escritura infantil, mal trazada y con muchos errores”, precisa.

Pero, para la experta, el conde de Fersen es más interesante: “Hay muchas cosas publicadas sin explorar todavía. Él también escribe bien tanto en sus cartas como en sus borradores. Pero en su estilo y formulación hay que indagar más. Tiene una escritura mucho más seria”. Pese a ello, su relato delata cómo la emoción le sumerge. De repente, entre discursos políticos, deja hablar su pasión. “Sois el ser más perfecto que he conocido”, escribe y ella contesta lo mismo. "Es curioso ver esta cristalización del amor en una pareja que se conocía desde hace más de 15 años”, opina Aristide. “Ahí hay algo más”, añade.

En definitiva, esta técnica permite completar o confirmar la historia. “Damos una prueba más de algo que hasta ahora no había sido accesible. Podemos cuestionar el pasado y nuestras conclusiones previas”, agrega Michelin. Por su parte, Aristide destaca la verdad histórica y el valor de que la cuenten directamente sus protagonistas: “No aprendimos nada nuevo sobre su relación, pero es extraordinario tener acceso a esta realidad. Quedan muchas cosas por desvelar. Tenemos evidencias ante nuestros ojos que vale la pena explorar”.

¿Dónde acabó la correspondencia previa al encarcelamiento de la reina? Tanto María Antonieta como Fersen la destruyeron para no dejar rastro.

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