Peridis: “El corazón con el que vivo’ es la crónica de mi novela soñada”

El escritor y dibujante presenta la obra con la que ha ganado el Premio Primavera 2020 y que describe el horror de un pueblo palentino dividido por la Guerra Civil, donde todos son familia y amigos

Presentación virtual de la novela 'El corazón con que vivo', de José María Pérez Peridis, obra ganadora del Premio Primavera de Novela 2020 de la editorial Espasa.EL PAÍS

“Es la crónica de mi novela soñada”, lo suelta a bocajarro José María Pérez González, Peridis, (Cabezón de Liébana, 79 años), nada más coger el teléfono; a bocajarro como los disparos que acabaron con la vida de ocho de los personajes de El corazón con que vivo (Espasa), Premio Primavera de Novela 2020. Peridis —dibujante de EL PAÍS, periodista, novelista, arquitecto…— ha aprendido la historia de la Guerra Civil y el golpe ...

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“Es la crónica de mi novela soñada”, lo suelta a bocajarro José María Pérez González, Peridis, (Cabezón de Liébana, 79 años), nada más coger el teléfono; a bocajarro como los disparos que acabaron con la vida de ocho de los personajes de El corazón con que vivo (Espasa), Premio Primavera de Novela 2020. Peridis —dibujante de EL PAÍS, periodista, novelista, arquitecto…— ha aprendido la historia de la Guerra Civil y el golpe de Estado de 1936 "a partir de escribir esta novela”, una obra que actúa como un microscopio en un cuerpo enfermo. Analiza y escruta lo mínimo para entender el todo.

Porque Pérez González utiliza el microcosmos del palentino Paredes Rubias (“al estilo Vetusta o Macondo”, dice) para comprender el enfrentamiento armado que “convirtió a los hasta entonces adversarios políticos en enemigos a muerte”.

A partir de las relaciones vecinales, profesionales y personales de dos familias de Paredes —las de los médicos don Honorio y don Arcadio, uno falangista y el otro republicano y ambos compañeros de orla en la universidad—, Pérez González reconstruye el quinquenio 1936-1941: del golpe a la postguerra. Pero sin batallas, ni frentes, ni bombardeos, ni ejércitos. Solo personas que sufren y sienten. El escritor, que nació precisamente en 1941, ha aprendido qué pasó, admite, mientras tecleaba “la guerra por abajo, no por arriba como siempre se ha descrito”. "Cada casa, cada escalera, cada barrio quedaron partidos en dos y he puesto la vida y el corazón para reconstruir esas vivencias”.

La trama se le ocurrió cuando viajaba en tren y un hombre se le acercó porque ambos habían nacido en la misma comarca. El extraño lucía unos gemelos de oro y diamante que habían pertenecido a un abuelo fusilado en la guerra. Los gemelos, una especie de madalena de Proust para Pérez González, desataron en el escritor el deseo de saber más de aquellos años anteriores a su infancia. Y así nació Paredes, don Honorio, don Lucas, Esperanza o don Arcadio, que no son otra cosa que trasuntos de vecinos y paisajes de su tierra.

“El problema de aquellas gentes era cómo conservar la dignidad y sus valores, que lo hicieron, como los mineros que se acercaron a la clínica de don Honorio, el mismo que los atendía de sus enfermedades profesionales, para avisarle de que le iban a fusilar por falangista o el médico [en la realidad el abuelo de Pablo Casado, líder del PP] que cuidaba a los presos republicanos que llegaban a su hospital en Palencia, o el padre que compró la tierra donde su hijo fue arrojado en una fosa común por los franquistas para recuperar sus restos”, explica.

“Es la metáfora de convivir tras el desastre”, menciona entristecido el escritor cuando recuerda el fallecimiento de su propio hijo Froilán el año pasado, y al que dedica el libro, y cuyo dolor insoportable le facilitó, sin duda, acercarse a los sentimientos desgarradores de aquellas gentes que perdieron padres, abuelos, hijos, hermanos y que tuvieron que reconstruir sus vidas para sobrevivir.

En la presentación del premio, que se realizó este miércoles en las redes, coordinada por la periodista Pepa Fernández, Peridis bromeó sobre sus primeros recuerdos de aquellos hechos. “Mi madre decía que los rojos gritaban ‘Viva Rusia’, y yo no entendía nada. Porque los rojos eran unos del pueblo que decían que iban a acabar con Dios. ¿Pero cómo iban a acabar con Dios que está en todas partes?”. “El libro”, en definitiva, “son los recuerdos de mi infancia, la memoria de los amigos y el estudio de los documentos de lo que pasó”. Sin odio. Solo con ganas de abrazar fuerte. Muy fuerte.

El corazón con que vivo. (Espasa, 2020). 360 páginas. 19,90 euros.


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