Cinco himnos de Little Richard

El músico, fallecido este sábado, fue uno de los grandes pioneros del ‘rock’n’roll’. Esta es una selección sobre la que se levantaron tantas carreras hasta nuestros días y con la que varias generaciones movieron las caderas

Little Richard, en Nueva Orleans en 2009.Patrick Semansky (AP)

Little Richard, fallecido este sábado a los 87 años, fue uno de los grandes pioneros del rock’n’roll, uno de los padres fundadores sobre los que luego se levantó la cultura juvenil. Tuvo una carrera fulgurante en los cincuenta para luego desaparecer y, ya de forma intermitente y abandonando el rock’n’roll de primera escuela, regresar con distintas incursiones a otros estilos. Aquí dejamos una selección de cinco de sus himnos musicales. Cinco piedras sobre las q...

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Little Richard, fallecido este sábado a los 87 años, fue uno de los grandes pioneros del rock’n’roll, uno de los padres fundadores sobre los que luego se levantó la cultura juvenil. Tuvo una carrera fulgurante en los cincuenta para luego desaparecer y, ya de forma intermitente y abandonando el rock’n’roll de primera escuela, regresar con distintas incursiones a otros estilos. Aquí dejamos una selección de cinco de sus himnos musicales. Cinco piedras sobre las que se levantaron tantos músicos hasta nuestros días y varias con la que generaciones movieron las caderas.

Tutti Frutti. La canción de ‘Awop-Bop-a-Loo-Mop Alop-Bam-Boom’. El grito del rock’n’roll. Ese alarido fue el comienzo de la revolución en EE UU. La chispa que hizo estallar el rock’n’roll como el mayor fenómeno cultural de la segunda mitad del siglo XX en Occidente. Luego, Elvis, quien se refería a Richard como “el más grande”, haría más ruido que ninguno.

Long Tall Sally. Otra composición donde el piano alocado de Little Richard lo rompe todo, pero sobre todo su alarido imparable, lleno de nervio salvaje, llevando más revoluciones por minuto de las que se pueden asimilar en EE UU en la década de los cincuenta. Una canción que, como dijo Keith Richards de los Rolling Stones, llevó el “Technicolor a un mundo en blanco y negro”.

Lucille. Las mejores grabaciones de Little Richard responden a su etapa imbatible en Specialty Records. Este tema muestra toda la fuerza vocal de un músico irreverente e ingobernable, una fuerza colosal que marcó a los Beatles, los Rolling Stones y tantos chavales que escuchaban sus canciones como si hubieran encontrado el Santo Grial.

Hey hey hey. Poco se habla de la maravillosa querencia de Little Richard a los ritmos de Nueva Orleans, la cuna de la música popular norteamericana. Esta es una de las grandes canciones que se asientan en las raíces del R&B de la ciudad para colocarla en el incipiente mundo del rock’n’roll. Base blusera con ritmo trepidante que refleja sus comienzos mirando a los maestros del R&B.

Joy joy joy. Little Richard desapareció de la escena después de meterse en asuntos religiosos en 1957, cuando el rock’n’roll que él había impulsado como nadie había alcanzado a todos los jóvenes norteamericanos. No tardaría llegar también a Europa. Ingresó en una universidad cristiana en Alabama para estudiar teología y se hizo ministro pentecostal. Son varias sus grabaciones gospel, con ese sentido religioso. Pero conviene destacar esta que celebra la alegría con su vozarrón a pleno pulmón.

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