El arte contemporáneo acusa al ministro de Cultura de “falta de sensibilidad” y “conocimiento” del sector
Las seis asociaciones principales expresan, en una durísima carta, sus dudas de que José Manuel Rodríguez Uribes esté cumpliendo con el rol que le impone la Constitución
La mesa sectorial del arte contemporáneo ha mandado en la tarde de este viernes una carta al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, en la que denuncia como “insuficientes” las medidas adoptadas para ayudar al sector, aprobadas en el real decreto del martes pasado. Le acusan de “falta de sensi...
La mesa sectorial del arte contemporáneo ha mandado en la tarde de este viernes una carta al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, en la que denuncia como “insuficientes” las medidas adoptadas para ayudar al sector, aprobadas en el real decreto del martes pasado. Le acusan de “falta de sensibilidad” con las artes plásticas y visuales, dado que es el tercero apartado cultural por aportación al PIB. Además se quejan de la desaparición de la subdirección general de promoción de las Bellas Artes del organigrama del ministerio. “Nos parece que demuestra no solo una falta de respeto con los profesionales, instituciones públicas y privadas, empresas y, sobre todo, artistas de este sector, sino también un profundo desconocimiento del arte contemporáneo como elemento fundamental de cohesión y proyección de nuestra cultura y de nuestra identidad como nación”, escriben las seis organizaciones que componen la mesa: Asociación de Directoras y Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE), Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo, Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales (FEAGC), Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), Mujeres en las Artes Visuales (MAV) y Unión de Artistas Contemporáneos de España (Unión_AC).
Aclaran que a lo largo de estas ocho semanas de crisis sanitaria provocadas por la covid19 han contribuido, “de manera leal y comprometida”, y colaborado con el ministerio. Han aportado datos, han evaluado daños, han propuesto medidas, han entregado información para que la cartera “pudiese reaccionar de la forma más eficaz y conveniente” para paliar los daños que está provocando esta situación excepcional. Como también lamentan los sectores del patrimonio, la musicología y la arqueología, los profesionales del arte contemporáneo aseguran que no se han tenido en cuenta sus reivindicaciones, “nacidas de la necesidad y la precariedad”. Sostienen que la ayuda, sobre todo frente a la de otros ámbitos, es “mínima y de todo punto insuficiente”. “Nuestro descontento se convierte en indignación cuando comparamos las medidas y el espacio”, indican. Este área recibirá un millón de euros frente a los más de 51 para las artes escénicas y la música.
Las asociaciones también dudan de que el ministro esté cumpliendo con el deber que asigna la Constitución al Ministerio de Cultura, como garante de “la supervivencia de las estructuras culturales y de los trabajadores y empresas que se dedican al sector”. La carta termina recordando que “a este desplante hacia el sector de las artes visuales se suman los comentarios de que la enseñanza artística va a quedar relegada en la nueva Ley de Educación que el Gobierno está elaborando”. Por todo, reclaman a Rodríguez Uribes que rectifique y reconsidere las medidas que han propuesto desde hace semanas, que creen que permitirían al sector de las artes “mantenerse y subsistir”.
Señalan que la Dirección General de Bellas Artes, cuyo responsable es Román Fernández-Baca, ha tenido en cuenta sus demandas “de una manera muy limitada”. “Las medidas propuestas nos parecen ridículas comparadas con las que ya se han puesto en marcha desde numerosas Comunidades Autónomas y Ayuntamientos”, explican. Acusan al ministro y al ministerio no solo de falta de sensibilidad, sino de un “desconocimiento” del sector. “Qué sería de España si no existiesen artistas como Esther Ferrer o Concha Jerez, artistas premiadas con el Velázquez; o los pintores Luis Gordillo, Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes , o el académico Antonio López, ferias de arte como ARCO o Just Madrid, museos como Artium, el Reina Sofía o el CAAC en Sevilla, galeristas, comisarios, investigadores, artistas emergentes, coordinadores de proyectos, empresas de transporte, de diseño, etc. Tantas personas que trabajan y aportan su alma para que el arte no desaparezca y forme parte del alimento espiritual de la sociedad”, sostienen en el escrito.