La tauromaquia mexicana, contra la pared a causa de la pandemia
Canceladas las ferias de Aguascalientes, Texcoco y Puebla y 70 festejos más
La tauromaquia mexicana se enfrenta a uno de los retos más complicados de su historia tras la suspensión de las ferias de este año a causa de la pandemia del coronavirus, lo que ya le ha ocasionado unas pérdidas de alrededor de 125 millones de dólares, según informa Borja Ilián. Los primeros ciclos cancelados han sido los de Aguascalientes, Texcoco y Puebla, a los que se han sumado otros 70 festejos anulados. En total, hay más de 500 reses afectadas.
Octavio Figueroa, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Taurinos, explicó a Efe que ahora "lo más importante es que se frene...
La tauromaquia mexicana se enfrenta a uno de los retos más complicados de su historia tras la suspensión de las ferias de este año a causa de la pandemia del coronavirus, lo que ya le ha ocasionado unas pérdidas de alrededor de 125 millones de dólares, según informa Borja Ilián. Los primeros ciclos cancelados han sido los de Aguascalientes, Texcoco y Puebla, a los que se han sumado otros 70 festejos anulados. En total, hay más de 500 reses afectadas.
Octavio Figueroa, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Taurinos, explicó a Efe que ahora "lo más importante es que se frene el número de contagiados, y luego las autoridades sanitarias marcarán la pauta para regresar a una vida normal". De momento, no se contempla un escenario que permita reprogramar ferias como las de Aguascalientes por lo que se complica la organización de los espectáculos taurinos, según Figueroa.
Para los ganaderos, la situación es especialmente difícil porque seleccionan las camadas que se van a lidiar con meses de antelación y las que no se lidien entre marzo y mayo saldrán las primeras a las plazas en la temporada 2021. “Si no se permite lidiar el año que viene ganado de seis años, habrá que sacrificar camadas enteras", asegura Jorge Cárdenas, director de la Asociación Nacional de Criadores de Toros.
Según el presidente de esta organización, José María Huerta, la queja de los ganaderos va dirigida al Gobierno de México y la Secretaría de Agricultura al no ofrecer un plan de ayudas económicas al sector de la ganadería de reses bravas. No es la primera vez que los ganaderos mexicanos se ven ante una situación parecida, aunque no de tanto calado. En 1947, sufrieron los efectos de la fiebre aftosa, y en 2009, el virus de la influenza porcina, esta última en plena temporada de la Feria de San Marcos en Aguascalientes.
Por otra parte, se verán afectados un total de 83.000 empleos directos e indirectos. Los primeros son los subalternos, unas 140 familias a las que la Unión de Mexicana de Picadores y Banderilleros está ayudando hasta que se agote el fondo de reserva. Su representante, Juan Ramón Saldaña, afirma que confían en que se reanudarán los espectáculos con todas las garantías de salubridad.
Además del impacto económico, hay otro efecto para los aficionados por la expectación creada con la presencia en el primer festejo que inauguraba la temporada en Madrid de los novilleros mexicanos Isaac Fonseca y Alejandro Adame, que no pudieron actuar porque esa novillada fue suspendida. Francisco Dóddoli, representante ejecutivo de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares, destaca también que el novillero Diego San Román tenía previsto torear dos tardes en San Isidro con la idea de tomar la alternativa en Nimes o Zaragoza.
La reducida o quizás truncada temporada española corta, por ello, la progresión de toreros mexicanos, y afectará al número de festejos de los próximos años después de haber sufrido una paulatina disminución desde 2018. Otra ventana de oportunidad es el posible impacto en México de la cancelación de la temporada taurina en Europa, porque en ese caso los espadas españoles podrían nutrir los carteles de las ferias mexicanas hasta febrero 2021.
Algo parecido ya sucedió durante la Guerra Civil española; aunque habría dos posibles obstáculos: la subida del dólar respecto al peso mexicano y la cuota que obliga a las empresas a formar los carteles con al menos un 50 % de toreros mexicanos. Llegados a ese punto, Francisco Dóddoli asegura que la asociación que representa estaría dispuesta a negociar si es en beneficio de la tauromaquia.