El Guggenheim refleja la eclosión creativa de África a través de su diseño

La exposición se aleja de los clichés sobre el continente y exhibe en Bilbao obras de 120 creadores de ilustración, moda, fotografía, arquitectura o cine

'Alito, el chico estiloso', fotografía de 2013 de la serie 'Momentos de transición', de Mário Macilau.

El verdadero tamaño de África engloba a China, EE UU, Europa occidental, Japón y la India. Porque África no es sólo lo que parece o lo que se cuenta de ella, como sostiene el diseñador Kai Krause en esta obra, un particular mapa que cambia los países del continente por los mencionados para transmitir una idea de su auténtica dimensión. África es mucho más que una tierra siempre asociada a la carencia, a las migraciones masivas, a las guerras o a los productos anónimos de artesanía. Es también una gran explosión de creatividad y de talento que se canaliza mediante el diseño al servicio...

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El verdadero tamaño de África engloba a China, EE UU, Europa occidental, Japón y la India. Porque África no es sólo lo que parece o lo que se cuenta de ella, como sostiene el diseñador Kai Krause en esta obra, un particular mapa que cambia los países del continente por los mencionados para transmitir una idea de su auténtica dimensión. África es mucho más que una tierra siempre asociada a la carencia, a las migraciones masivas, a las guerras o a los productos anónimos de artesanía. Es también una gran explosión de creatividad y de talento que se canaliza mediante el diseño al servicio del arte y de la vida, como evidencian los muebles escultóricos de un colectivo artístico, las fotografías de estilosos jóvenes del mozambiqueño Mário Macilau o las imposibles gafas de material reciclado del keniano Cyrus Kabiru.

'Super rich man', obra de Anton Kannemeyer.

Todas estas piezas forman parte de la exposición Making África, inaugurada este jueves en el Museo Guggenheim, que pretende, precisamente, reflejar "la creatividad" con 1.100 millones de habitantes, el 34% de los cuales pertenece a la clase media, si bien la mayoría de los países se encuentran entre los más pobres del mundo. Esa dualidad está presente en la muestra, coproducida con el museo alemán especializado en diseño Vitra, de donde procede. Una de las piezas más impactantes, por ejemplo, es de una sencillez que desarma: un par de sandalias confeccionadas a partir de dos botellas de plástico de agua aplastadas, a las que se les ha añadido unos cordones para sujetarlas al empeine. "Tal vez alguien las dejó en la playa antes de subir a una patera", comenta Petra Joos, coordinadora por parte del museo bilbaíno de la exposición, comisariada por Amelie Klein. Hay muchas más obras de este tipo, la mayoría realizadas para el mundo por Internet (hay 650 millones de móviles en el continente), pero el enfoque de la exposición, abierta hasta el 21 de febrero, es más amplio.

Se centra sobre todo en transmitir esa eclosión creativa y el efecto transformador del diseño en los cambios políticos, económicos, sociales y culturales. Un discurso que se articula a través de unas 300 piezas de 120 diseñadores y artistas, entre fotografías, revistas, ilustraciones, vídeos, trajes, películas, artesanía, maquetas arquitectónicas, muebles y diseños de todo tipo.

Joyas e imagen de MISWudé y el fotógrafo Fabrice Monteiro.

¿Pero no es caer de nuevo en el cliché intentar abordar África como un todo? "Claro que África es muy diversa, y no podemos dar una visión completa, pero hemos hecho un trabajo de investigación de años para dar una amplia visión de conjunto", comenta Joos, mientras se interna en una de las cuatro grandes salas que componen Making África-Un continente de diseño contemporáneo. El propósito es ofrecer una panorámica general con lo más sobresaliente del diseño africano, sobre todo, el que se da a conocer al mundo a través de Internet, dijo ayer Klein.

Destaca la presencia del director de la última Bienal de Venecia, Okwui Enwezor, como asesor de la muestra cuyo tenor difiere de la línea más crítica que caracteriza este año a la gran cita del arte de la ciudad italiana. Enwezor está de acuerdo con que Africa se encuentra "en una fase floreciente", porque sus habitantes "no quieren quedarse confinados" y participan cada vez más en discusiones internacionales de calado. Pero advierte en una entrevista en el catálogo que "es muy importante no idealizar África".

La exposición contiene trabajos de creadores de la llamada Africa negra, como Kenia, Sudáfrica, Zimbabue, Nigeria, Angola, Senegal, Mozambique, Ghana, Benin o Congo y de otros nacidos o afincados en EE UU o Europa. E incluye un gran grafiti en el atrio del museo del senegalés Amadou Lamine Ngom, alias Docta, que alude a la tradición y también a la nueva África y a las últimas tecnologías. Además, resulta de especial interés la sección que aborda con ironía las ideas preconcebidas que el llamado Occidente tiene sobre África.

Afronautas rumbo a la Luna

El 16 de julio de 1969 el Apolo 11 despegó rumbo a una de las mayores hazañas de la humanidad: aterrizar en la Luna. EE UU se adelantaba así a la URSS en la carrera espacial, y de paso derrotaba también a un tercer contrincante: Zambia.

La película Afronauts, de Frances Bodomo, que se proyecta en la exposición Making Africa, repasa la historia real de Edward Makuka Nkoloso, un profesor de ciencias que intentó pelear desde su granja en Zambia la batalla por llegar primero a la Luna. Su utopía ya inspiró un proyecto fotográfico de Cristina De Middel.

Nkoloso llegó a montar una Academia Espacial y prometió que llevaría a unos cuantos hombres y animales a pisar el satélite. Para su misión, reclutó y entrenó a un equipo compuesto, entre otros, por una niña de 17 años y dos gatos, y pidió en balde a la UNESCO 10 millones para financiar su sueño.

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