Francia se rinde ante el cine de Martin Scorsese

La Cinemateca de París le dedica una muestra y Lyon le otorga el Premio Lumière

Martin Scorsese, el lunes, en la presentación de la exposición de la Cinemateca francesa in Paris.PATRICK KOVARIK (AFP)

A los 11 años, Martin Scorsese tuvo su primera idea para una película. Se titulaba La ciudad eterna y era un péplum que tenían que protagonizar Marlon Brando, Alec Guinness y Virginia Mayo, entre muchas otras estrellas. Dan fe de ella distintos storyboards dibujad...

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A los 11 años, Martin Scorsese tuvo su primera idea para una película. Se titulaba La ciudad eterna y era un péplum que tenían que protagonizar Marlon Brando, Alec Guinness y Virginia Mayo, entre muchas otras estrellas. Dan fe de ella distintos storyboards dibujados por el cineasta a esa tierna edad, recogidos ahora en la gran muestra que le dedica desde ayer la Cinemateca Francesa en París, donde podrá visitarse hasta el 14 de febrero. Además, la edición 2015 del Grand Lyon Film Festival, que se celebra toda esta semana, le rinde homenaje con la proyección de sus películas y con la entrega del Premio Lumière el próximo viernes.

"Me fascinaban las películas sobre el mundo clásico, particularmente Roma", explicó el pasado lunes en París el cineasta, presente en la inauguración, sobre ese proyecto imaginario, en el que ya demostraba una desmedida ambición. No solo por su reparto estelar, sino también por su formato: Scorsese quería rodarla con una nueva técnica llamada Marscocolor, contracción de su nombre y apellido, y en película de 75 milímetros, cinco más de los habituales. "Los 70 milímetros no eran suficientes para mí", añadió a carcajadas.

Scorsese era entonces un chaval del barrio neoyorquino de Little Italy, donde creció en una familia de procedencia humilde. "En mi casa no había libros, sino conversaciones, peleas y música de fondo", recordó. En ese apartamento —regentado por la matriarca Catherine, a la que luego haría aparecer en sus películas—, sonaba sin cesar la colección de discos de 78 revoluciones de su padre. "Las big bands de la era del swing, la guitarra de Django Reinhardt y algún éxito de Bing Crosby en la radio", precisó. "Esa música dibujaba imágenes en mi cabeza y estimulaba mi imaginación". Así se convirtió en cineasta.

Maestro en el arte de hacer películas

Nacido en Nueva York en 1942, Martin Charles Scorsese ha dirigido 23 largometrajes de ficción, 14 documentales y algunos capítulos de series de televisión, como el piloto de Boardwalk Empire, además de participar en una veintena de filmes como actor.

Es el autor de películas emblemáticas como Malas calles, Toro salvaje, Taxi Driver, Casino, Uno de los nuestros, El lobo de Wall Street o Infiltrados, por la que ganó su único Oscar como mejor director, categoría en la que ha estado nominado en nueve ocasiones.

Recibió el Oscar de la mano de tres amigos, Francis Ford Coppola, George Lucas y Steven Spielberg, tres directores que, junto al propio Scorsese, han marcado el cine americano de los últimos 40 años.

La exposición recorre la influencia del núcleo familiar y el peso de la cultura católica. Junto a la mesa que presidía el comedor de sus padres y las imágenes religiosas que colgaban de sus paredes, una pantalla lanza fragmentos de sus películas, que reflejan la importancia de la lealtad y el amparo entre hermanos, extensibles a toda amistad masculina que aparezca en su cine. Un par de paredes más allá, la muestra compara esos códigos de camaradería con la extraña incomodidad que domina las relaciones entre hombres y mujeres en su cine, ya sean estas esposas sumisas, mujeres liberadas o niñas Lolita. Sus protagonistas masculinos, mártires corroídos por la culpa y guiados por la voluntad de redención, nunca saben muy bien qué hacer con ellas. Ya recuerda la muestra que su primera vocación fue convertirse en hombre de Dios.

De Niro y Di Caprio

En el póster de la muestra, destacan los rostros de sus dos actores fetiche: Robert de Niro y Leonardo DiCaprio. ¿Se parecen en algo? "La relación que he mantenido con ambos es de confianza mutua. En el caso de De Niro, cuando empezamos a trabajar no era una estrella y venía a comer a casa de mis padres. Luego pusimos a prueba nuestra relación muchas veces. A veces nos fue bien y otras, no tanto", reconoció. "Me costó mucho tiempo volver a encontrar una relación parecida. A partir de El aviador, entendí que me gustaba trabajar con Leonardo. Tendrá 30 años menos, pero escucha a Louie Jordan como yo. Existe una afinidad. Me gusta pasar tiempo con él, igual que me gustaba pasarlo con Robert", apuntó.

El cineasta abordó las distintas fases que ha vivido en su carrera: "Salvo en los ochenta, cuando pasé unos años difíciles, no he tenido problemas para rodar. Desde Uno de los nuestros no he tenido grandes dificultades, aunque siempre aparezcan problemas. En cualquier caso, siempre me ha preocupado más la libertad creativa que el dinero, aunque ahora sea algo diferente, porque tengo una familia".

Scorsese se pronunció también sobre los cambios en Hollywood y se mostró preocupado por la bipolarización creciente "entre grandes producciones y cine independiente". "Las películas de presupuesto moderado, incluso cuando ganan Oscars, se encuentran marginalizadas respecto a las de acción, aventura y superhéroes", sostuvo el director. "El peligro es que los jóvenes de hoy crean que el cine es solo eso. Son películas muy bien hechas, pero todas se parecen. Por eso es importante preservar otro tipo de películas", remató.

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