López Simón sustituye a Cayetano en Gijón y alcanza un rotundo triunfo

Finalizó la feria de Huesca con la misma tónica de toros mansos y flojos de todo el ciclo

El torero Alberto López Simón, que entró a última hora en el cartel en sustitución de Cayetano, fue, a la postre, el gran triunfador de la tarde de hoy en Gijón, donde protagonizó una rotunda actuación, saldada con el corte de tres orejas.

Con tres cuartos de entrada, se lidiaron dos toros para rejoneo de El Capea, mansurrones y sin codicia, y cuatro de El Puerto de San Lorenzo, el sexto como sobrero, bien presentados y de poco juego, a excepción del buen quinto. El segundo tuvo poca raza, el tercero se rajó enseguida y sin fuerzas el sobrero.

El rejoneador Diego Ventura: ovación...

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El torero Alberto López Simón, que entró a última hora en el cartel en sustitución de Cayetano, fue, a la postre, el gran triunfador de la tarde de hoy en Gijón, donde protagonizó una rotunda actuación, saldada con el corte de tres orejas.

Con tres cuartos de entrada, se lidiaron dos toros para rejoneo de El Capea, mansurrones y sin codicia, y cuatro de El Puerto de San Lorenzo, el sexto como sobrero, bien presentados y de poco juego, a excepción del buen quinto. El segundo tuvo poca raza, el tercero se rajó enseguida y sin fuerzas el sobrero.

El rejoneador Diego Ventura: ovación y dos orejas; Alejandro Talavante: ovación y oreja, y Alberto López Simón: oreja y dos orejas.

López Simón hizo lo más compacto de toda la tarde. Actuación seria, asentada y valiente la que protagonizó a su primero. Toreo de extraordinaria solidez ante un animal que sólo quería huir hacia las tablas. Ahí se vio a un torero con hambre y raza para no dejarse vencer la batalla. Se impuso finalmente y cortó una merecida oreja.

En el sexto disfrutó una barbaridad López Simón, en una faena maciza y bien estructurada en la que toreó muy despacio y muy quieto sobre la mano diestra, exprimiendo al flojo sobrero de principio a fin. Se recreó también con los pases cambiados por la espalda y otros alardes que calaron hondo en los tendidos, que le premiaron con las dos orejas.

A Ventura le venció la frialdad de abrir plaza. En su primero, toro con poquito brío y escasa transmisión, estuvo más bien discreto en una labor que tuvo sus cotas más altas en los galopes y banderillas sobre Maño y en las cortas montando a Remate. No anduvo acertado con el rejón final, y todo quedó en una ovación.

En el cuarto, en cambio, apareció el Ventura que acostumbra, y firmó una faena emocionante y vistosa, apoyándose, sobre todo, en los efectos especiales para sacar partido de su apagado antagonista y calentar así los tendidos, que sufrieron también con él al final de su labor con el caballo Remate. Se confió demasiado el jinete, que midió mal los terrenos, y provocó que el toro lo arrinconase contra las tablas. Momento de apuro, que resolvió, por fortuna, sin mayores consecuencias que el susto que se llevó. Con la bancada repuesta y muy a su favor, y tras el rejón final, le pidieron con fuerza las dos orejas, que finalmente paseó.

Talavante estuvo demasiado desganado en su primero, en el que no pasó de algún natural suelto dentro de un conjunto que nunca llegó a calentar por su propia apatía. No obstante, el generoso público gijonés le tributó una ovación. En el quinto, estuvo algo más centrado y aparentemente motivado, aunque tampoco fue el Talavante que suele ser. Labor correcta, prologada de hinojos, en la que toreó fácil y templado, pero sin llegar a cuajar al buen toro del Puerto, que resultaría ovacionado en el arrastre. Por eso, tras una estocada, fue premiado solo con una oreja.

Triunfo de Leonardo Hernández en el cierre de Huesca

El rejoneador Leonardo Hernández salió por la puerta grande, tras cortar tres orejas, en la quinta y última corrida de la feria de Huesca, en la que Fermín Bohórquez y Manuel Manzanares obtuvieron un trofeo cada uno.

Con casi lleno en los tendidos, se lidiaron cuatro toros de Benítez Cubero y dos -quinto y sexto- de Pallarés, deslucidos.

Fermín Bohórquez, oreja y dos vueltas al ruedo; Leonardo Hernández, oreja, y dos orejas, y Manuel Manzanares, oreja y silencio.

La corrida de rejoneo fue un calco de las otras cuatro corridas anteriores, en las que los protagonistas fueron los toros que no embistieron. Todas las ganaderías que han pasado por la feria han adolecido del mismo mal, es decir, toros muy flojos y mansos, y así es muy difícil ver espectáculo y emoción.

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