Pilar Montoya, ‘La Faraona’, bailaora de estirpe

La bailaora Pilar Montoya Manzano, conocida como La Faraona, falleció el pasado viernes en Sevilla tras una larga enfermedad. A pesar de su dolencia, diez días antes, el 24 de febrero, había comparecido en el escenario del Teatro Central de Sevilla para acompañar a su hermana Rosario en la presentación del espectáculo Mi Herencia, dentro del ciclo Flamenco viene del Sur, en el que se rendía el enésimo tributo al patriarca de la familia, el bailaor Antonio Montoya, Farruco (1935-1977). Pilar era la hija mayor del legendario artista, hermana de Rosario, ...

La bailaora Pilar Montoya Manzano, conocida como La Faraona, falleció el pasado viernes en Sevilla tras una larga enfermedad. A pesar de su dolencia, diez días antes, el 24 de febrero, había comparecido en el escenario del Teatro Central de Sevilla para acompañar a su hermana Rosario en la presentación del espectáculo Mi Herencia, dentro del ciclo Flamenco viene del Sur, en el que se rendía el enésimo tributo al patriarca de la familia, el bailaor Antonio Montoya, Farruco (1935-1977). Pilar era la hija mayor del legendario artista, hermana de Rosario, La Farruca, y tía, por lo tanto, de los bailaores Farruquito, Farru y Carpeta. Era, además, madre de Juan Fernández, El Barullo, que se alzó con el premio El Desplante en el pasado Festival de La Unión.

En el mencionado espectáculo, La Faraona ya no bailó, lo suyo fue una presencia testimonial, apenas unos versos sentada, cuentan las crónicas, pero su gesto dice mucho de su carácter y personalidad. Pilar pertenecía, pues, a una familia con el arte en los genes y, por encima de cualquier otra valoración, era carisma y figura en la escena. Esa clase de artistas que son poseedores de un magnetismo especial solo con la mirada o con el gesto. Su baile se movía mayormente entre los tangos y las bulerías. En los primeros, respondía al canon femenino del género, con su toque de picardía y el sello canastero propio de la familia. En las segundas, era pura concentración de fuerza y enjundia, con el movimiento preciso y a compás en un palmo.

A La Faraona (¡qué bien la nombraron!) siempre se la pudo ver en espectáculos colectivos, principalmente de la familia, y sobre todo de su sobrino, Farruquito; el último en la pasada Bienal de Flamenco de Sevilla con la obra Pinacenda, que le valió el premio Giraldillo del baile. También se le recuerda en Farruquito y familia y en Alma vieja, donde tocada con sombrero y portando bastón apareció en escena encarnando la figura de su padre. Con su hermana Rosario también la vimos en Gitanas, un espectáculo estrenado en el Festival de Mont-de-Marsan (Francia) de 2006. Su baile, étnico, arrebatado y enjundioso, está registrado, junto al de toda su familia, en la película Bodas de Gloria ( 1996), un proyecto soñado por Farruco, que se llevó a cabo con guion del propio bailaor, Ricardo Pachón y Manuel Palacios, y dirección de estos dos últimos.