Muere Jimmy Ruffin, una gran voz soul para corazones solitarios

El talentoso vocalista cantó el éxito de Motown 'What Becomes of the Brokenhearted'

Jimmy Ruffin en una imagen de archivo.Ron Howard (Redferns)

Podía haber sido la voz de una de esas canciones de oro que han terminado por asentarse en el corazón de muchas generaciones, pero rechazó pertenecer a The Temptations, a la postre una de las joyas de la corona del sello Motown, y fue su hermano David quien interpretó el delicioso caramelo soul que es My girl. Pero, más allá de esta anécdota, Jimmy Ruffin, muerto ayer a la edad de 78 años en Las Vegas, no sólo supo labrarse una meritoria carrera como intérprete sino que a é...

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Podía haber sido la voz de una de esas canciones de oro que han terminado por asentarse en el corazón de muchas generaciones, pero rechazó pertenecer a The Temptations, a la postre una de las joyas de la corona del sello Motown, y fue su hermano David quien interpretó el delicioso caramelo soul que es My girl. Pero, más allá de esta anécdota, Jimmy Ruffin, muerto ayer a la edad de 78 años en Las Vegas, no sólo supo labrarse una meritoria carrera como intérprete sino que a él le pertenece otra soberana maravilla del soul que es What Becomes of the Brokenhearted.

Nacido en Mississippi en 1939, el mayor de los hermanos Ruffin comenzó su andadura artística a mediados de los sesenta, después de que Berry Gordy le contratase de corista para su sello tras verle actuar en un club nocturno. Siempre tuvo que vivir a la sombra de las grandes estrellas de la sede del sonido de la joven América, entre las que se citan colosos como Marvin Gaye, The Supremes, The Jackson 5 o los propios The Temptations. Sin embargo, esta existencia en segundo plano no debería eclipsar la obra de un vocalista talentoso, que, con su suavísimo tono agudo, otorgó el aroma de clásico imperecedero a una canción como What Becomes of the Brokenhearted, que originalmente iba ser para The Spinners.

Publicada en el verano de 1966, What Becomes of the Brokenhearted es una emotiva balada de despedida y supervivencia ante un amor que ha muerto, contando en las labores de composición y producción con algunos de los grandes titulares de la compañía como William Weatherspoon, James Dean y William Mickey Stevenson. Bajo esos primeros acordes pesados y solemnes, marca de la primera época de la casa Motown, la composición es un profundo canto, de aires místicos, con la compañía de una certera sección de metales y unos coros celestiales. What Becomes of the Brokenhearted narra la lucha por superar un amor que se ha ido y sobrevivir mirando al futuro. La voz de Ruffin, cuyo padre era un aparcero que cantaba en la iglesia y se los llevó a él y su hermano David a recorrer pueblos y ciudades dentro de un grupo de góspel cuando la madre falleció, es símbolo de esa alma rota pero con fe, otorgándole a esta composición de menos de tres minutos el carácter de himno sentimental.

Con una Norteamérica ya rendida al sonido efusivo y mágico de Motown en 1966, época brillante de The Supremes, Four Tops, Martha and the Vandellas, The Marvelettes o el primer Marvin Gaye, What Becomes of the Brokenhearted se coló en el top 10 de las listas de sencillos más vendidos de Estados Unidos. De alguna forma, como tantas composiciones por entonces, la canción de Ruffin, con su impactante carga emocional, representaba la propia batalla que libraba aquella generación negra que luchaba por los derechos civiles y de aquellos otros jóvenes blancos que ansiaban cambios sociales, en definitiva, de toda una nueva sociedad que quería deshacerse de las cadenas del pasado y buscar su propio camino. Desde entonces, han sido muchos los músicos que la han versionado pero, tal vez, la más conocida para el gran público fue la que hizo Joe Cocker.

Fue la gran obra de Ruffin, pero no la única. Su voz también se encuentra en Gonna Give Her All the Love I've Got, Don't You Miss Me A Little Bit Baby y I've Passed This Way Before. En 1970, año que sacó un álbum junto a su hermano donde versionaba el clásico Stand by me, se fue a vivir a Reino Unido, donde volvió a conocer el éxito en un sonado regreso fuera de Motown en 1980, gracias a Hold on to My Love, un tema que coquetea con la música disco y que contó con la producción de Robin Gibb, de los Bee Gees. En las islas, colaboró con Paul Weller en su fascinante banda con más sabor negro que fue The Style Council. Como a toda su generación de vocalistas del soul, tras pasar sus mejores años, vivía retirado en Las Vegas. Estaba gravemente enfermo desde hacía tiempo.

Podía haber puesto su voz a My girl, ese himno de amor consumado, pero no fue así. Lo hizo en What Becomes of the Brokenhearted. Los corazones solitarios, que hubo, hay y están por venir, seguro que se lo agradecen. Porque pocas canciones suenan tan bien por ellos.

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